La marcha de las jirafas

<P>Miden ocho metros y son de tela roja. Las jirafas con que la compañía Off se tomó las calles de Santiago son el sueño cumplido de un director francés que ama a estos animales desde niño. Como era imposible usar ejemplares reales, decidió armar los propios, manejados por zanquistas. Esta es la fantasía que contagió a 40 mil personas en su debut en la Plaza de Armas. Estarán en Chile hasta el 20 de enero, recorriendo distintos barrios y regiones. </P>




Sábado 5 de enero por la tarde. En la Plaza de Armas hay miles de santiaguinos. Entre el tumulto, la pequeña Antonia da brincos sobre los hombros de su padre. "¡Arre, arre!", grita la niña, mirando las nueve marionetas rojas con forma de jirafa que la compañía Off mantiene estacionadas en la calle Estado. Faltan tres horas para que comience el show.

Manejadas por dos zanquistas desde su interior, esas jirafas son las protagonistas de uno de los platos fuertes del Santiago a Mil. La cabeza de Antonia mira al cielo. El cuello de los animales llega hasta el quinto piso de un edificio, donde una señora desde su ventana fotografía a estos animales de ocho metros, que dan vida a un montaje que fusiona ópera y circo y que recorrerá desde la Catedral de Santiago hasta la Plaza de la Constitución.

-¿Papá, por qué las jirafas no tienen ojos? -dice Antonia, contemplando las marionetas.

-Porque están soñando.

Al director del espectáculo, el francés Philippe Freslon, le habría encantado escuchar este diálogo, porque al crear este montaje el año 2000 lo hizo movilizado por un sueño. Tenía cinco años cuando vio jirafas en un zoológico por primera vez y quedó enamorado de ellas. "Eran elegantes, como chicas rubias y altas que parecían avanzar sobre la Luna", dice. Años más tarde viajó a Africa y quiso traerse una manada para una obra de teatro, pero sólo arrendar una jirafa costaba 8.000 euros al día. "Me dije: ¿por qué no hacer nuestras propias jirafas? Con patas de metal, cuello de tubo plástico y tela. Así nacieron las mías". La historia que Freslon creó en torno a las jirafas es tragicómica. Protagonizada por una pareja compuesta por un director de circo popular y una elegante diva de la ópera, no pueden evitar sacar chispas. "Las jirafas vienen a ser como las hijas de este matrimonio. Se sienten atraídas por el amor y la suavidad de la madre, pero también siguen la voz fuerte del padre. Cuando éstos se ponen a discutir, como todos los niños se sienten perdidos y salen a buscar a papás dentro del público".

Ya son las 20 horas. Y 18 artistas suben a zancos de 1,20 metros para habitar las marionetas. En parejas desaparecen bajo la tela roja. El que va en el tren superior, maneja su cuello y encarna las patas delanteras del animal. El que va en el tren inferior hace el movimiento de las extremidades traseras y se encarga de que la jirafa asienta con la cabeza. Abajo, 30 actores hacen de guardias de zoo.

-Los quiere saludar -les grita una madre a los zanquistas. En sus brazos, la pequeña Amanda sostiene un peluche azul al que bautizó con el nombre de la jirafa de la película Madagascar, Melman.

A las 21 horas, la manada de jirafas avanza entre la masa. Se acercan a la Catedral, donde envuelta en humo blanco emerge la diva de la ópera. Focos rojos iluminan la ruta a las marionetas. El director de teatro hace su aparición sobre una cama dorada que también flota sobre una plataforma. La escena termina con una gran explosión ante la que 40 mil personas gritan. Con celulares toman fotos.

"Yo nunca había visto ópera", dice emocionada una dueña de casa. "Estas jirafas son raras. Son orejonas", dicen sus dos hijos.

Freslon las hizo intencionalmente ciegas, pero con grandes oídos para oír el mundo. "Para ver el futuro tienes que cerrar los ojos", explica.

Paradas intermitentes hasta la Plaza de la Constitución hacen que el público también avance en manada. "Hemos elegido también a las jirafas porque se pueden ver desde muy lejos. Y porque pueden saludar a gente que está en un balcón", dice Freslon, mientras explota humo blanco.

"La cantante es igual a la Luli", dice un curaíto apoyado en un farol, mientras las jirafas coquetean con la arquitectura, sobrepasando semáforos y señaléticas.

-Que sean rojas es bien sugerente -bromea un hombre. Pero Freslon explica que ese color lo eligió porque "es el del amor y la muerte. La sangre".

-¿Dónde duermen las jirafas? -pregunta Antonia, aún en los hombros del padre.

-No sé, hija, pero ahora te vas a soñar tú a la cama -le contesta el padre. En la Plaza de Armas termina la opereta. Una banda de cumbia cierra la velada sobre un escenario. En el pasto frente a La Moneda, todos bailan hasta que se apagan las luces.

Las proximas funciones

13 enero: Plaza de Armas Rancagua.

14 enero: Juan Cristóbal con Zapadores, Recoleta.

15 enero: Isidora Goyenechea con Benjamín, Las Condes.

18 enero: Casco Histórico Museo Ferroviario, Antofagasta.

20 enero: Casco Histórico, Iquique.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.