La mayor productora de bebidas B del continente expande sus negocios en el mercado chileno
<P>Se trata del holding Ajegroup, que pertenece a la familia Añaños, agricul-tores peruanos que a fines de los 80 emigraron a Ayacucho escapando de la violencia de Sendero Luminoso. Este año espera ventas por US$ 1.500 millones, mientras despliega una sigilosa estrategia de desarrollo en Chile.</P>
Lo suyo es la producción de gaseosas tipo B, marcas propias de distribución masiva y bajos costos. Con una veintena de plantas entre América Latina y Tailandia, su facturación se acercará a los US$ 1.500 millones este año. Es el holding Ajegroup, de la familia peruana Añaños, hoy la mayor fabricante de estas bebidas en la región, cuyo próximo objetivo es conquistar China, India y también Chile.
La compañía desembarcó en Chile hace unos años, con la instalación de dos plantas en Arica e Iquique para producir su marca estrella, Kola Real, presente en algunos supermercados de la zona. Pero recién ahora quiere potenciar fuertemente su inversión: a través de Embotelladora San Miguel del Sur, su filial local, acaba de lanzar el agua purificada Cielo, y su meta es crecer en todo el país. El mercado chileno, sin embargo, es difícil, reconocen en el grupo. "El posicionamiento de Coca-Cola, más las fortalezas de embotelladoras como Andina, Embonor y Polar, dejan poco espacio para otros actores", dicen. Aun así, Chile es un objetivo importante en sus planes. "Nos iremos expandiendo lentamente hacia el sur, en la medida en que vayamos conociendo cada región", explican. Las marcas B son, en la actualidad, el 14% de la oferta de bebidas de fantasía en el país.
Los inicios
Hasta 1988 los Añaños fueron pequeños agricultores en San Miguel, al sur de Perú. La violencia de Sendero Luminoso, sin embargo, los obligó a emigrar hacia Ayacucho, donde el pater familia, Eduardo Añaños, se dio cuenta de que había un desabastecimiento de bebidas gaseosas, pues los camiones de las grandes marcas, luego de sufrir múltiples asaltos en las carreteras, habían dejado de atender ese sector.
Fue Jorge, el hijo mayor e ingeniero agrónomo, quien se atrevió a desarrollar una fórmula propia. Y así nació la marca Kola Real, que en un principio era embotellada en el patio de la casa familiar, donde además se vendía entre los vecinos. Para dar forma a la empresa, los integrantes de la familia pidieron créditos y se desprendieron de algunos bienes, hasta reunir un capital inicial de US$ 30 mil, con el que compraron su primera máquina, que conservan hasta hoy, a la que bautizaron "El Atahualpa".
Con ese empuje y los bajos precios lograron hacerse conocidos en todo Ayacucho, un campo limpio para crecer, porque prácticamente no tenían competencia. El desarrollo de la firma, que en 2003 adoptó el nombre de Ajegroup, fue explosivo. Hoy tiene 22 plantas distribuidas en México, Guatemala, Venezuela, Costa Rica, Ecuador y Tailandia (desde donde abastece a países como Vietnam, Laos, Indonesia y Camboya), y sus planes apuntan a tomar posiciones en otras zonas del mundo, con marcas como Kola Real, Big Cola y Sabor de Oro, en bebidas de fantasía; Cielo y Free, en aguas purificadas, Sporade, en bebidas energizantes y Pulp en jugos. Angel Añaños, director gerente del grupo, señaló hace un tiempo que el éxito del holding se debe a que "siempre trabaja como si estuviera en crisis". De esa forma, ha logrado posicionarse. En todos los países donde comercializa sus productos -excepto Chile- tiene una participación que varía entre el 10% y el 20% del total de la demanda. En tanto, el plan de inversión para este año ronda los US$ 22 millones, en gran medida destinados a la instalación de nuevas plantas.
Los bajos costos y la rápida expansión ha transformado a los Añaños en un dolor de cabeza para las grandes multinacionales, que ven cómo con muy poca inversión publicitaria este productor de bebidas B logra quitarles una porción de la torta. De hecho, en 2008 Ajegroup ganó un juicio contra las 15 embotelladoras mexicanas de Coca-Cola, por prácticas monopólicas y competencia desleal. Producto de ello, el mismo tribunal de justicia azteca que vio la causa ordenó que se les pagara una indemnización estimada en US$ 15 millones. Femsa, la mayor operadora, fue una de los que debió pagar a Ajegroup. El año pasado, los Añaños reordenaron el negocio familiar con miras al ingreso de la tercera generación.
Así, Jorge -el creador de la fórmula- quedó como dueño de la marca Kola Real y del futuro ingreso a Brasil, el mayor mercado de América Latina, mientras que el resto de los seis hermanos Añaños Jeri se dividieron otros activos.
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