La minera que saldrá al camino de SQM en el mercado mundial del yodo

<P>Con una inversión de US$ 150 millones, Algorta, de la familia De Urruticoechea y Toyota, producirá 4.000 toneladas de yodo en 2012. Quiere ser la segunda productora mundial. </P>




Una nueva competencia le saldrá al camino a SQM en el negocio mundial del yodo. Se trata de la familia De Urruticoechea, que ha estado vinculada a la industria minera por más de un siglo, y que con su proyecto Algorta, en la Segunda Región, pretende transformarse en el segundo productor internacional de ese producto. En este negocio, el grupo chileno no está solo. Lo acompaña la japonesa Toyota, una de las mayores fabricantes de automóviles del orbe, que tiene 25,5% de la propiedad de la empresa, cuyas reservas de caliche, por más de 1.000 millones de toneladas, le permitirán producir yodo y nitrato por, al menos, 80 años y con una buena ley. Todo esto, con una inversión de US$ 150 millones.

El proyecto comenzó oficialmente en noviembre pasado y está emplazado sobre una propiedad de 30 mil hectáreas en Algorta, entre Mejillones y Sierra Gorda, que tenía antiguas pertenencias de caliche, yodo y nitrato, y que había cerrado en los años 50. Aprovechando el buen ciclo de precios de los minerales, la familia De Urruticoechea contactó en 2005 a Patricio Campos, un ingeniero civil en minas que había ocupado cargos ejecutivos en SQM y Codelco en los 80, para dirigir los trabajos.

La campaña de exploración, que costó US$ 5 millones, tuvo resultados más que satisfactorios. Con ese antecedente en mano, los De Urruticoechea tomaron decisiones. La primera, dividir el yacimiento en dos, Algorta Norte y Algorta Sur, y explotar el primero junto a un socio para desarrollarlo. Tras un proceso de búsqueda, la elegida fue Toyota Tsusho Corporation. La familia conservó el 74,5% de las acciones.

En sus 14 mil hectáreas, Algorta Norte será capaz de producir 4.000 toneladas de yodo por año -equivalentes al 14% de la producción mundial- a partir de mediados de 2012, cuando entre en régimen. Hoy llega a la mitad, la que destina sólo a mercados externos. Estados Unidos, Europa y Asia son sus principales compradores.

La mina tiene reservas suficientes para mantenerse en actividad por los próximos 40 años, explica Patricio Campos, gerente general de Minera Algorta Norte. Y podría elevar su capacidad si la demanda crece. "En la medida en que el mercado lo vaya requiriendo, tenemos reservas suficientes para respaldar un aumento de volumen y llegar a las 6.000 toneladas por año", asegura Campos. Ese nivel la posicionaría como el segundo productor más grande a nivel internacional, detrás de SQM, que hoy llega a 12 mil toneladas anuales; esto es, el 76% de lo producido por Chile. Con el tamaño proyectado para 2012, indica Campos, la iniciativa se situará entre el tercer y cuarto lugar en el mundo. "Seremos un actor relevante", dice.

Aunque a una distancia considerable de SQM, las 4.000 toneladas que producirá a partir del próximo año le permitirán a la firma saltar de inmediato al segundo lugar entre los productores chilenos, comentan en la Sociedad Nacional de Minería (Sonami). En la entidad mencionan a los otros operadores del mercado local: Cosayach, del empresario Francisco Javier Errázuriz; la canadiense Atacama Minerals, y ACF, también de la familia De Urruticoechea, que opera en la I Región la planta de yodo de Lagunas, cuya producción alcanza las 2.000 toneladas al año.

Algorta, en paralelo, ya lidera otro ranking. Se convirtió en el primer yacimiento de la minería no metálica del país en utilizar sólo agua de mar en todos sus procesos. Para bombear y transportar el agua del mar, construyó una tubería de 74 kilómetros que va de la zona a la bahía de Mejillones.

La compañía entra a competir en un mercado mundial que demanda cerca de 28.000 toneladas anuales de yodo, y cuyo consumo aumenta entre 1.000 y 1.500 toneladas cada año, según Campos. "El yodo ha tenido un crecimiento continuo, es muy requerido. Creemos que la demanda y los precios se mantendrán sólidos por los próximos años", prevé.

El yodo, a diferencia del cobre, no se transa y los precios se convienen directamente entre productor y comprador. El rango varía entre los US$ 40 y US$ 100 por cada kilo.

Chile es el principal actor de este mineral en el orbe, con una participación del 58% de la producción global y exportaciones por sobre US$ 360 millones al año. Le siguen Japón, que representa el 25% de la producción, y Estados Unidos, con otro 5%, explica Alvaro Merino, gerente de Estudios de la Sonami.

Actualmente, el mercado mundial presenta una ventaja competitiva para las firmas chilenas, porque el aporte de Japón se redujo en el último tiempo a causa del terremoto que lo afectó en marzo de este año.

La creciente demanda global por yodo y el interés por invertir en su explotación responden a que se trata de un mineral muy versátil, con una gran cantidad de aplicaciones. "Alrededor del 50% de la demanda se destina a aplicaciones relacionadas con la salud, la nutrición humana y animal", comenta Merino. También, el mineral tiene importantes usos industriales (como manufactura de neumáticos) "y en la última década ha sido relevante la demanda asociada a las pantallas de cristal líquido LCD", agrega.

No obstante el dinamismo del consumo, en la Sonami advierten que algunas aplicaciones del yodo son más sensibles al comportamiento de la economía mundial. Y recuerdan que en 2009 la demanda cayó un 12% respecto de 2008.

Por lo mismo, cómo evolucione el consumo de yodo en 2012 "dependerá en forma importante del comportamiento de la economía mundial y de cómo el desempeño económico influirá en la demanda de algunas aplicaciones del yodo, particularmente las asociadas a usos industriales", sostiene Merino.

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