La moda de la cueca urbana: pubs y locales donde bailar todo el año
<P>Universitarios y adultos jóvenes han adoptado la cueca como un panorama de cada semana en lugares como el Catedral y La Chimenea.</P>
Natalia y Daniela Varela son hermanas. Además de un gran parecido, comparten el gusto por el baile y no cualquiera: es la cueca, la que las mueve a salir a "carretear" una noche de jueves. El lugar elegido es el tradicional El Huaso Enrique, en el barrio Yungay, que hasta hace un par de años era uno de los pocos lugares de Santiago donde se podía disfrutar el baile nacional. Pero ahora el local se llena de rostros jóvenes siguiendo una moda: la cueca brava o urbana. "Hemos cambiado la mentalidad y ha habido una adaptación del baile. Eso se nota y son hartos a los que nos gusta bailar", dice Daniela. Aquí las zapatillas y los jeans han reemplazado al traje y las botas.
Y así pasa en otros bares y pubs donde el rock y la música bailable comparten espacio con la cueca. Como en el bar Catedral, el mismo donde se pasean figuras como María Gracia Subercaseaux, Felipe Braun, Bastián Bodenhöfer y María Elena Swett, y que los martes de abril y mayo pasados tuvo un ciclo de cueca brava tan exitoso -alrededor de 2.500 asistentes- que ahora repetirán la experiencia entre agosto y octubre. "Nos dijeron por ahí que le habíamos dado glamur a la cueca por el lugar, pero la verdad es que la cueca siempre ha sido glamurosa", dice Aldo Salgado, su administrador.
Ahí llegan jóvenes sobre 25 años, ejecutivos y familias de clase media-alta. Ahora espera doblar la cifra de asistentes.
A sólo dos cuadras de La Moneda, el bar La Chimenea se llena de universitarios y adultos jóvenes, desde rockeros a oficinistas, que se toman el lugar los lunes para bailar cueca. Es más alternativo. La vez pasada era un grupo de mujeres, Las Peñascazo, quien ponía la música.
El jueves en la noche es el turno del Galpón Víctor Jara: se repleta de universitarios, entre el olor a empanada y vino tinto que rememoran una fonda dieciochera. Pero no. Acá dura hasta diciembre. Y así suma y sigue todos los días en cerca de 10 locales capitalinos, como el Indio Pícaro, donde se zapatea los viernes en pleno Providencia con Suecia. "Comenzamos a tener mucha gente del barrio alto que nos decía que antes tenían que bajar al centro para bailar. Por eso, ha resultado exitosa la experiencia", comenta el dueño Ricardo Peralta.
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