La moda de restaurar las bicicletas antiguas invade las calles de Santiago
<P>Profesionales jóvenes de carreras como arquitectura, diseño o publicidad son los principales responsables de esta moda, que busca rescatar del pasado estos estilosos modelos. Ellos se fijan en el diseño; ellas, en la estética y la comodidad.</P>
"Mi bici siempre estuvo en mi casa, era de mi mamá y el día que la mandé a restaurar quise mantener su esencia de bicicleta retro, porque era bonita. Yo sabía que sería difícil encontrar una igual en las tiendas", cuenta Natalia Pezoa (23), egresada de diseño industrial, que se moviliza con su estilosa bicicleta restaurada por las calles de Ñuñoa.
Encontrarse con estos nostálgicos modelos es cada vez más frecuente. Un dato: el restaurador Hans Alemany, dueño de Alemany Retro Cycles, una de las empresas pioneras en este rubro, afirma que por estos días puede contar en su taller hasta 15 bicicletas en un mes esperando ser restauradas. Años atrás, no pasaban de un dígito. De hecho, dice que para la Navidad pasada despachó 25 "bicis retro", como muchos llaman a los modelos de los años 70' y 80', que han sido rescatadas de bodegas de casas, ferias persas y hasta de internet.
Nueva vida
Los usuarios más atraídos por esta moda son profesionales jóvenes y universitarios de carreras ligadas al arte, como Arquitectura, Publicidad o Diseño. "Antes, el grupo que buscaba recuperar estas bicicletas se reducía sólo a coleccionistas. Hoy los jóvenes están llevando esta tendencia", cuenta Héctor Droguett, otro restaurador conocido en el ambiente. Pero eso no quita que lleguen familias enteras buscando restaurar sus bicicletas de antaño. "Es que a la gente le llama la atención ver una bici antigua y bien cuidada", cuenta Natalia.
¿Qué buscan en una bici restaurada? Los hombres, cuentan los restauradores, prefieren diseños llamativos y con estilo, como los que tienen asientos largos o doble caño. Las mujeres, que son mayoría, prefieren la comodidad y la posibilidad de combinarla con su estética, por lo que se preocupan bastante por los colores y accesorios.
Moldear las bicicletas con estilo personalizado podría durar entre dos y tres semanas. El previo desarme, la pintura, el armado, la manutención general y la instalación de accesorios de época -como canastos, campanillas, luces o bocinas- son parte de una restauración básica, la que puede costar desde 25 mil pesos hasta casi 100 mil. Claudio Olivares, integrante de Nación Pedal, empresa dedicada a la movilidad en bicicleta, apunta más alto: "Hay personas que en restaurar su bici se gastan hasta 300 mil pesos".
Rescate patrimonial
Además de la búsqueda de estilo, la comodidad y la buena calidad también colaboran en la motivación de sus dueños de traer de vuelta estos modelos, siendo la "Mini", fabricada por CIC hasta fines de los 80, la que más llevan para restaurar. "Se está formando una cultura de la bici antigua", explica Alemany. "Poseer una bici antigua es un lujo que pueden disfrutar pocos. De hecho, son tan exclusivas, que a veces restauro modelos que no vuelvo a ver", concluye.
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