La noche limeña está en Barranco

<P>Barranco tiene una contundente oferta de entretención. Este distrito de casonas antiguas, gente alegre y noches animadas -el segundo destino más visitado por chilenos en estas fechas- es conocido en Lima como "el barrio de los artistas". Una excelente alternativa para pasar un entretenido fin de semana largo.</P>




"VAMOS A BARRANCO" es lo primero que se les viene a la cabeza a los jóvenes limeños cuando llega el fin de semana y quieren salir a comer, a pasear, a tomar un café, a escuchar música en vivo o ir a bailar. Para olvidarse de la rutina y entregarse a la bohemia, Barranco es el sitio ideal.

Y es que este tradicional barrio se ha convertido en uno de los más alegres y culturales, es el distrito preferido por los citadinos y turistas para disfrutar de la noche limeña, para saborear su comida, recorrer sus calles y conocer gente de los más variados lugares.

En este barrio, fundado en 1874, se encuentra la mayoría de bares de la capital, desde los más antiguos a los más hi-tech y de moda.

La ruta empieza en la Plaza de Armas de Barranco, donde está la Biblioteca Municipal y donde se pueden obtener mapas de la zona con información turística, de bares, restaurantes, tiendas y hoteles. Hasta aquí se puede llegar en taxi, en combi o en el Metropolitano (estación Boulevar). El barrio limita con Miraflores y está muy bien comunicado. Para empezar el recorrido nocturno, hay que partir por saborear la comida limeña. En la Bajada de los Baños y en los alrededores de la plaza hay muchos lugares para elegir. Uno destacado es la anticuchería Tío Mario, al lado del Puente de los Suspiros. Pero, ¡ojo! antes de comer tiene que cruzar el puente sin respirar y, al llegar al otro lado, pedir un deseo tal como lo manda la tradición.

Las fiestas en Lima suelen empezar temprano, ya que a las 3 a.m. cierran todos los locales, por ello no se dé tantas vueltas para salir. Luego de los anticuchos, los amantes del café pueden tomarse uno acompañado de postre. El mejor lugar para hacerlo es Bisetti (www.cafebisetti.com), en la Avenida Pedro de Osma, frente a la Plaza de Armas. Nada más entrar a este lugar se siente el inconfundible aroma de los granos, ya que aquí los tuestan y mezclan diferentes tipos producidos en Perú.

Ahora, si lo suyo son los tés o las infusiones, a dos cuadras, en Jirón Sucre, se encuentra La Bodega Verde (www.labodegaverde.blogspot.com). Esta encantadora tetería está rodeada de árboles y se respira tranquilidad. Además de sus tés, hay tostas, butifarras, un delicioso milkshake de lúcuma y un postre estrella: el cheesecake de aguaymanto, una fruta de los Andes peruanos.

En Barranco se puede caminar con tranquilidad y hacer una ruta de bares, peñas y discotecas. Piselli, por ejemplo, es un bar donde por la compra de tu botella de pisco te dan el Ginger-Ale, hielo, vasos y limones y uno mismo se prepara sus chilcanos, el trago preferido por los limeños. Si no sabe cómo se hace, no faltará mozo o hasta clientes que le enseñen a preparar uno.

Entre los locales más conocidos también están El Santos Café Bar, Picas Bar, La Estación, El Sargento Pimienta, La Candelaria, El Dragón y un poquito más alejada, La Peña del Carajo, donde hay espectáculos y música peruana.

Los tres bares de moda en este momento son Ayahuasca, Santa Diabla y el Victoria Bar. Ayahuasca está en una casona antigua en la Av. Prolongación San Martín. Fue construida en 1875 y ahora está restaurada y adaptada para albergar a uno de los mejores restobares de Sudamérica, al punto que la revista Condé Nast lo eligió como uno de los 25 mejores del mundo. Cuenta con una variedad de salones, cada uno con un diseño distinto, pero siempre inspirados en el chamanismo y la cosmovisión andina. De su cocina, destacan diferentes picoteos, como el chicharrón de pollo, las yuquitas, los langostinos crocantes y las brochetas de lomo. En su patio trasero, una especie de pérgola con faroles, hay un carrito donde fríen anticuchos, famosos de la casa. Uno de los tragos favoritos es el tunche: frutilla, maracuyá, jugo de naranja y pisco.

Casi al lado está Santa Diabla Restoart, que es una mezcla de gastronomía, cócteles, arte y cultura. Sus salones de colores y decorados por diferentes artistas están acompañados de una iluminación tenue. En la azotea tiene una terraza con bicicletas y plantas (Jardín Bostoniano) que es el preferido por parejas y grupos de amigos. De su cocina, destaca el conjuro escabechado, se trata de un risotto de ají amarillo, servido con escabeche tropical de langostinos al maracuyá y coco. Este local abre por las mañanas con contundentes y sabrosos desayunos, al almuerzo y, cómo no, por las noches.

El Victoria Bar, lo que antes era el Bar Mochileros, está a la entrada del centro cultural Juan Parra del Riego. En el sótano tiene una taberna donde los martes hay conciertos de jazz. Aquí el trago favorito es la cerveza artesanal de Huaraz y cócteles exóticos como el Frida, una mezcla de tequila y pisco con frutas tropicales. Su terraza tiene vistas al iluminado centro cultural y su cercanía brinda la opción a visitar exposiciones de arte y actividades culturales del momento.

Para terminar, el mítico Bar La Noche (www.lanoche.com.pe), fundado hace 22 años, tiene la barra más bohemia de Lima. Por esta también antigua casona han pasado cientos de artistas locales, ya que tienen una nutrida agenda de presentaciones en vivo, con rock, jazz y reggae. Pero además de música, siempre hay actividades: presentaciones de libros, charlas, exposiciones. Se dice que no hay cantante o banda peruana que no se haya presentado aquí. Su especialidad es la tortilla española y además de los chilcanos -en una gran variedad, con frutas, hierbas y macerados- tiene una buena carta de vinos.

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