La nueva cara de la Subtel

"Las tecnologías no son sólo números, fierros y cables. Son oportunidades para cambiar la vida de las personas, entregar herramientas y eliminar la desigualdad, dándoles un sentido y contenido a las telecomunicaciones", dijo apenas asumió, el 11 de marzo, el nuevo Subsecretario de telecomunicaciones, Pedro Huichalaf.

Desde ese día este abogado está a cargo de esta institución que propone políticas sobre telecomunicaciones, dirige y controla su funcionamiento y supervisa a las empresas públicas y privadas ligadas al sector. El organismo, que depende del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, tiene cuatro ejes prioritarios en este período presidencial: reducir la brecha digital, mejorar la competencia, establecer el rol subsidiario del Estado y reformular la institucionalidad actual. No es poco trabajo el que va a recaer entonces sobre Huichalaf.

El subsecretario ha estado ligado a las nuevas tecnologías de la información y comunicación desde pequeño. Siempre le llamó la atención la red, y en su familia pensaban que iba a estudiar Ingeniería, idea que finalmente desechó porque "no era tan bueno para las matemáticas". Se inclinó en cambio por Derecho en la Universidad de Valparaíso, desde donde comenzó a especializarse en temas de regulación y políticas digitales, para lo que además realizó un magíster en Derecho Informático en la Universidad de Chile.

Aunque no es conocido masivamente, Huichalaf tiene un nombre en el ambiente. No viene de la industria de las telecomunicaciones, sino que desde la otra vereda porque tiene un pasado más cercano al activismo. Formó parte de las mesas ciudadanas que querían tener una voz en la discusión de las políticas en el área, cuando temas como la neutralidad en la red recién comenzaban a escucharse. A raíz de eso formó la ONG Meta, que buscó ser una interlocutora entre la ciudadanía, autoridades y empresas del sector, y participó de iniciativas como Cultura Libre y Liberación Digital, que tratan de acercar las materias y debates legislativos sobre telecomunicaciones a los usuarios.

A la Subtel la conoce bien porque trabaja ahí como abogado desde 2009, puesto que mantuvo durante el gobierno de Sebastián Piñera y desde donde participó en comisiones en que se discutían los aspectos legales de los permisos y concesiones de los servicios de telecomunicaciones. Desde ahí vio surgir la nueva ley de Radios Comunitarias (2010), la Ley de Antenas (2012) y la Ley de Televisión Digital (2014).

En las empresas del sector también lo conocen, ya que ahí en la Subtel participó en la creación del nuevo decreto tarifario para la telefonía móvil, normativa que reduce los cargos de interconexión entre las redes celulares en un 73% para finales de este año, pasando de 64 a 17,2 pesos por minuto, medida que Entel busca impugnar ante la Contraloría General de la República.

También ha sido asesor en materias tecnológicas de los senadores Guido Girardi y Jaime Quintana, ambos PPD, partido al que él mismo se unió en diciembre de 2013. "Empecé a militar por un tema práctico, me cambié de circunscripción para las elecciones, desde Viña del Mar a Santiago, donde pasaba toda la semana, y porque quería apoyar a algunos parlamentarios PPD cuyas posturas me gustaban. Para formalizar mi apoyo, me uní a su partido. Hoy puedo decir que soy un subsecretario PPD y mantengo una coherencia con sus principios", explica.

Una de las principales preguntas que le han hecho desde que asumió hace menos de un mes es sobre la puesta en práctica de la Ley de Televisión Digital, sobre todo si el próximo Mundial de Fútbol se verá en alta definición. "Por lo menos en Santiago, sí", responde y agrega que "en regiones la cosa será distinta, será un cambio paulatino. Los proveedores de servicios tienen un plazo de cinco años para el cambio a HD, por lo que a algunos lugares va a tardar más en llegar". En sus primeros meses también ha tenido que enfocarse en el término de la larga distancia nacional, proceso que comenzó en la Región de Arica y Parinacota el pasado 29 de marzo y que debería abarcar todo el territorio nacional para el 9 de agosto. Esta medida es el primer paso para una futura portabilidad total, lo que significa que la gente ya no sólo podrá cambiarse de una compañía móvil a otra conservando su número, sino que también se podría llegar a hacer lo mismo con las líneas fijas y pasar de un proveedor a otro, según los planes y cobros que resulten más convenientes.

Pero quizás el gran desafío de la Subtel sea la consolidación de la estrategia digital y el desarrollo tecnológico del país para los próximos años. El subsecretario dice que aspira a que todas estas discusiones tengan un fuerte componente social, en concordancia con el programa de gobierno para su área que describe como "bastante ciudadano". Para eso está trabajando en un nuevo reglamento para los prestadores de servicios de telecomunicaciones, que evite cobros excesivos, regule de manera adecuada la calidad de las conexiones móviles y de banda ancha y sancione duramente a las empresas cuando no cumplan con lo prometido. "El usuario tendrá claridad respecto a lo que debe exigir, cómo reclamar si el servicio no es el adecuado, además de asegurar una calidad mínima que las empresas de telefonía, internet y televisión deben entregar, sin confusiones. Esto es distinto del gobierno anterior, que buscaba que las empresas se autorregularan a través de la competencia". Entre sus primeras medidas, por ejemplo, estuvo eliminar las palabras cliente, consumidor o suscriptor de su vocabulario e instalar en su lugar el concepto de usuario de telecomunicaciones, "ya que muchas veces no es quien contrata el servicio el que lo usa, y el enfoque de nuestro trabajo estará en esas personas, el usuario final".

Según él, su conocimiento de las organizaciones ciudadanas e incluso grupos de trabajo universitario, además de los privados, le está ayudando a organizar una estrategia que contemple a todos los actores y sus demandas.