La ópera y el ballet internacional llegan a los cines chilenos
<P>Desde septiembre, cinco complejos capitalinos ofrecerán espectáculos del Covent Garden de Londres y el Teatro Real de Madrid. </P>
Es casi una paradoja, pero la vieja música clásica siempre estuvo unida a la más avanzada tecnología de audio e imagen. En el año 1981, el primer compact disc de la historia lo grabó Herbert von Karajan y la Filarmónica de Berlín. Treinta años después, la ópera es una de las disciplinas que más provecho ha sacado del nuevo soporte digital Blu-Ray, con múltiples sellos y varios lanzamientos por mes.
Ahora, en la época del proyector digital en la sala de cine, nuevamente la llamada música docta marca una pauta. Desde la tercera semana de septiembre habrá cinco complejos cinematográficos que exhibirán óperas y ballets en sus pantallas, repitiendo la experiencia que desde julio ya existe en Argentina. Se trata de Cinemark Alto Las Condes, Movieland La Dehesa y los Hoyts Parque Arauco, La Reina y San Agustín.
La iniciativa pertenece a la compañía transandina The Other Screen, distribuidora de contenido digital en alta definición que debuta en Chile con La traviata, de Giuseppe Verdi. El calendario está compuesto por producciones pertenecientes sobre todo al Covent Garden de Londres y en menor medida al Teatro Real de Madrid y a la Opera de París.
La versión de La traviata que llega es la que el año pasado protagonizó la destacada soprano Renée Fleming en la Royal Opera House (Covent Garden) de Londres, con dirección escénica del también cineasta Richard Eyre (Iris, Escándalo).
Se trata de una producción tradicional y muy alabada por la crítica ("Una experiencia rica y gratificante", señaló el diario The Telegraph, mientras para The Guardian fue "una versión sensible que conmueve".
"Nos preocupamos de brindar espectáculos en versiones de alto nivel. La gente no sólo se encuentra con óperas, sino que con auténticos actores. Las tomas son muy precisas y van desde una lágrima en la mejilla hasta una gran panorámica", dice Heriberto Brown, gerente de The Other Screen. "Es como ver una película. Es, en mi opinión, una experiencia mucho más dinámica que asistir a la tradicional ópera en el teatro", agrega.
En Argentina, una entrada a la ópera en cines es ligeramente superior a un boleto normal para películas y es posible que en Chile exista también una leve diferencia. "Sin embargo, de todas formas es más barato que un ticket al teatro", dice Brown, quien asegura que la respuesta de público ha sido muy buena, con muchas salas ocupadas en más del 50 por ciento.
De acuerdo con los ejecutivos argentinos, se decidió trasladar el modelo a Chile debido al buen resultado de público del Teatro Nescafé de las Artes con la temporada del Metropolitan de Nueva York. La diferencia, eso sí, es que en los cines no se emite ópera en directo, sino que contenidos grabados. A su favor, en cualquier caso, juega la diversidad: habrá además ballet y se espera incorporar otros contenidos.
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