La pianista rusa Victoria Foust interpretará a Mozart en concierto dedicado a la música de Viena
La crítica ha elogiado "sus magníficos dedos rusos" y su férreo compromiso por la comunicación a través de la música. Sentada desde los cinco años frente a un piano, Victoria Foust ha logrado dominar el romanticismo de los clásicos y la complejidad de los contemporáneos. Hoy y mañana, la representante del Conservatorio de San Petersburgo será solista en el tributo que la Orquesta Sinfónica rendirá a la música vienesa, interpretando a uno de sus compositores predilectos: Mozart.
"Entre los pianistas decimos que no hay cómo esconderse tras las notas de Mozart. Es muy transparente, muy lúcido, cada nota tiene cualidades sublimes. Interpretar su música es una mezcla de virtuosismo y sabiduría, no es fácil", señala.
La pianista estará a las 19.30 horas en el Teatro Universidad de Chile (Providencia 043) con Concierto Nº 16 en Re Mayor para piano, pieza "de gran virtuosismo", según Foust. Este concierto incluye una motivación extra, pues tiene la tonalidad de los Re, la favorita de Mozart, y también suya. "Es una obra que tiene mucho brillo humano y espíritu", cuenta.
Aunque algunos lo comparan con Bach o Beethoven, otros creen que Mozart no tiene su mismo peso. Foust está con los primeros. Para ella, la obra del austríaco exige tanta precisión como gran destreza interpretativa. Sus notas, aparentemente largas y simples, son tan complejas de imitar como si se tratase de la propia naturaleza.
El concierto no sólo cuenta con Foust como solista, sino también con la dirección de Peter Guth, experto en música vienesa. Tras conocer al director en Rusia, confiesa que es un honor interpretar al compositor vienés bajo su batuta. Reconoce su maestría para conducir, su calidad humana y su manera de trabajar, sobre todo si se trata de Mozart.
Además de rendir tributo al autor del Réquiem, el concierto honrará al compositor Franz Schubert, con una interpretación musical de su ballet Rosamunda, y a Johann Strauss II. De este último se presentarán valses como El danubio azul o El Emperador, además de obras de su padre y algunas polcas de sus hermanos Josef y Eduard.
Tierra de talento
Pareja del pianista chileno Roberto Bravo y residente en Chile hace cuatro años, Foust es una convencida de que Latinoamérica es tierra de gran talento musical y que no falta público. Sólo falta, según ella, más apoyo estatal y en los hogares para desarrollar una cultura musical.
"Hay una pregunta que me han hecho sólo en América: aparte del piano, ¿qué otros instrumentos toca? Eso revela que no tienen claro en qué consiste el trabajo de un artista. Esto es toda una vida, todo un entrenamiento". Los artistas deben estar insertos en el mundo, dice, "y así romper esa ilusión de que son intocables", remata.
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