La primera escuela administrada por comunidad mapuche

<P>Se trata del plantel ubicado en el lago Budi, que tiene 65 alumnos, todos de origen mapuche. El colegio subió 30 puntos en el Simce.</P>




Alumnos de educación básica y profesores sentados en el suelo alrededor del fuego y al interior de una ruca. Este es el escenario que replica todos los miércoles, después del mediodía, la escuela rural Kom pu lof ñi Kimeltuwe, ubicada en el lago Budi, al interior de la Región de La Araucanía. ¿El objetivo? Compartir las opiniones de escolares y docentes y evaluar la semana.

Para la única escuela subvencionada en Chile que es administrada por una comunidad mapuche, la instancia es el pilar fundamental para educar a sus 65 alumnos. La escuela atiende a alumnos de primero a octavo básico, en su mayoría vulnerables.

En 2005, la comunidad indígena Llaguepulli, ubicada en el lago Budi, decidió recuperar el establecimiento, hasta ese entonces administrado por la Iglesia Católica. "Era una escuela con muy mala infraestructura, abandonada y que llevaba más de 35 años en la comunidad. La educación era de mala calidad y por eso decidimos recuperarla y hacerla comunitaria", explica Jorge Calfuqueo, sostenedor de la escuela.

Tras conversaciones con la Seremi de Educación y el obispado de Villarrica, institución dueña del terreno, lograron tomar, en 2006, la dirección de la escuela. Sin embargo, el Mineduc les puso condiciones: entre ellas, aumentar en cinco puntos, como mínimo, el Simce.

La exigencia fue superada, con creces. Lograron subir el Simce en 30 puntos en matemáticas y lenguaje, superando los 230 puntos en 2011. También crecieron las matrículas: de un alumno y un profesor en 2005, pasaron a 65 alumnos y 10 docentes.

Hoy, el recinto, con cinco salas y que tiene hasta furgones para trasladar a los alumnos a sus hogares, es administrado por toda la comunidad: los apoderados mantienen la infraestructura, pintando la escuela con sus propias manos; y dictan talleres.

Si bien el currículo es el oficial del Mineduc y las clases se realizan en castellano, los talleres se dictan en mapudungún y en temas acordes con la cultura local, como la cosmovisión mapuche. Además, por ejemplo, en clases de educación física, en vez de jugar al fútbol, practican palín, un tradicional juego mapuche.

Pero la idea es ahondar aún más en la cultura de sus ancestros. Por eso, quieren agregar ramos en mapudungún al currículo escolar.

No es lo único. "La idea es que el colegio tenga una lógica y un diseño completamente distinto", explica el sostenedor. Por lo mismo, hoy buscan financiamiento privado y se concentran en un proyecto que rescate la visión mapuche. Los cambios apuntan, entre otros, a que las puertas de las salas, por ejemplo, estén en dirección al este para saludar al sol y los pupitres organizados de manera semicircular.

Educación intercultural

La escuela Kom Pu Lof Ñi Kimeltuwe no es la única que apuesta por el rescate cultural. En 2012, 354 establecimientos municipales y particulares subvencionados implementaron la asignatura de lengua indígena en sus aulas. De ellos, 130 son de la Región de La Araucanía.

El escenario también se replica a nivel preescolar. Los jardines de la Junji, desde el 2010, imparten la lengua y cultura indígena en 59 recintos. b

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