La ramada alegre de Javiera Contador y Gonzalo Valenzuela




"¡Arriba, arriba, arriba!", grita a las dos de la mañana Javiera Contador endieciochada de pies a cabeza, completamente contagiada con las Fiestas Patrias en esta fonda en un galpón del Club de Huasos de Peñalolén donde la conductora del matinal Mucho gusto, la ex rubia ingenua de Casado con hijos baila la cumbia, la cueca y el twist como si el mundo se fuese a acabar. Con una chaquetita roja bien patriota, la sonrisa eterna y su pololo argentino que le sigue los pasos en una especie de "vip" artesanal al lado del escenario de tablas. Y junto al "galán" Gonzalo Valenzuela que olvida a Juanita Viale, su ex novia de familia bien, con el ánimo de Dieciocho que no se lo quita nadie, posando para fotografías por celular y dando "piquitos" a la veterana del folclor Polchi Zamora sobre la tarima.

Porque la Flor de Fonda reunió a los dos actores. Y mientras Alvaro Henríquez, el cantante de Los Tres con peinado a lo Morrissey y la cara hinchada, entonaba Chi, bah puta la güeá en La Yein Fonda repleta, que no cabía ni un alfiler y todos hacían kilómetros de fila para pagar un anticucho, Valenzuela y Contador eran los conductores de esta ramada en Peñalolén. Con la cumbia chora de Chico Trujillo y la banda Silvestre, que entonó una versión chilena de Last train to London. "Estoy carreteando desde las ocho de la noche... Y no me importa, así es que sácame la foto que quieras no más", decía el galán de Machos y otras teleseries al único paparazzi que le seguía los pasos, mientras le hacía gracias a un par de amigas. Movía la cadera a lo John Travolta y era invitado al escenario para hacer los coros.

¡A gozar!

Valenzuela sube. Toma el pandero e intenta seguir el ritmo. Está muerto de risa. El cantante de Silvestre dice la letra y lleva la batuta y el actor mueve el pandero. Medio descoordinado pero con empeño. Abraza a la folclorista. La besa. Está contento. Saluda y vuelve al "vip", donde Contador no para junto a su novio bajo perfil, Diego Rougier. Mueve la cintura y mueve los pies. Sube y baja. Posa frente a una bandera chilena, aunque Rougier prefiere no salir en las tomas. "Ella es la famosa", explica. Serio.

Y Contador toma el micrófono para presentar un espacio de música grabada. Empiezan los acordes de Sexo de Los Prisioneros y ella hace como que toca la guitara, sacude la cabeza y regresa donde su pareja. "Es tan simpática y más bonita que en la televisión", comenta un admirador de la figura de Mega que ayer madrugó a pura cumbia y cueca.

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