La receta inglesa para Estadio Seguro

<P>Chris Whalley, director de Seguridad en Estadios de la Asociación de Fútbol de Inglaterra, destaca la necesidad de hacer más efectiva la persecución penal de los violentistas y lograr más condenas.</P>




Tras los recientes actos de violencia registrados en estadios chilenos durante el desarrollo de partidos de fútbol profesional, en las que tanto las fuerzas de seguridad pública como privadas se vieron sobrepasadas, todas las miradas apuntaron al plan Estadio Seguro y a la efectividad de la Ley de Violencia en los Estadios, cuya última modificación fue aprobada en junio por el Congreso.

Ante esto, Chris Whalley, director de Seguridad en Estadios de la Asociación de Fútbol de Inglaterra -país considerado como ejemplo en seguridad de los estadios-, afirmó que la normativa en Chile está avanzando en el camino correcto, pero destacó que el énfasis debe estar puesto en que todos los estamentos involucrados deben apuntar a lograr penas efectivas para quienes cometan desmanes en los recintos deportivos. En la actual ley chilena, los hinchas arriesgan hasta dos años sin entrar a los estadios.

Esta es la receta del experto británico:

* Una campaña como Estadio Seguro sólo puede ser exitosa si existe una estrecha colaboración entre la ANFP, las autoridades de gobierno y la policía (la coordinación en Chile es cuestionada por algunos sectores).

* El gobierno debe introducir leyes para garantizar que los actos violentos en los partidos de fútbol sean considerados un delito (en algunos casos, en Chile han fallado los modos probatorios).

* Toda persona declarada culpable de un delito relacionado con el fútbol, incluyendo el comportamiento violento, debe recibir de tribunales una orden de prohibición de ingreso a los estadios, por un mínimo de tres años (en Chile, la pena va de dos a cuatro años).

* Si una persona condenada por estas leyes intenta asistir a otro partido de fútbol en ese período, debe considerarse como otro delito penal (aplicado en Chile).

* Para una implementación de estas medidas, la policía debe tener tanto el presupuesto como el personal para hacer cumplir la ley, lo que también requerirá un apoyo de fiscalías y tribunales.

* Los clubes deben trabajar junto con la policía para identificar a los vándalos y asegurarse de que sean procesados (se ha cumplido sólo en algunos casos).

* Erradicar cualquier vínculo entre los clubes y sus barristas. "Nunca ha habido ningún vínculo en Inglaterra entre los clubes y las barras bravas, nuestros clubes siempre se han comprometido a erradicar a estas personas", afirma (los clubes chilenos niegan cualquier nexo).

* Los dueños de los clubes "tienen la responsabilidad legal y el deber de cuidar a quienes visitan su estadio", dice. Las autoridades deben acordar con la policía el número de efectivos que necesitarán para cada partido y éstos deben ser pagados por los clubes (los clubes son responsables por ley en Chile. La presencia policial la costea el Estado).

* No prohibir el ingreso a las barras visitantes. "En Inglaterra se considera la presencia de aficionados del equipo rival como muy importante para el ambiente de un partido de fútbol. Si los fans visitantes se comportan mal, pueden ser arrestados y prohibir su asistencia a los partidos", remata Whalley (la ANFP propuso que los clubes puedan solicitar que se juegue sin hinchada rival).

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