La renovada cara de Correos de Chile
<P>En la empresa creen que ya pasó lo peor tras la caída en el uso de la mensajería postal. Ahora, la firma apunta a que en dos años la paquetería genere el 50% de sus ingresos.</P>
Los últimos tiempos no han sido fáciles para el servicio de mensajería postal tradicional. La irrupción de las tecnologías de comunicación instantánea ha obligado a las empresas del rubro a adaptarse a la era digital y a modificar sus modelos de negocios.
Este es el caso de Correos de Chile, que desde mediados de esta década se ha enfocado en una serie de cambios para modernizar su estructura de negocios y adaptarse a los requerimientos de un mercado cada vez más exigente en tiempos y calidad.
El proceso, sin embargo, no ha estado exento de problemas y tal vez el más importante es la fuerte caída experimentada por la demanda de servicio postal a nivel mundial. Según el gerente general de Correos de Chile, Franco Faccilongo, en el mundo el envío de cartas se está desacelerando a tasas de entre 1% y 1,2% anual.
Pero la firma también ha tenido problemas internos. En 2013 debió lidiar con una serie de huelgas que, según cifras entregadas por la administración, redujo en hasta $ 9.000 millones sus ganancias ese año. Más aún, según el último reporte de la Dirección de Presupuestos (Dipres) sobre el desempeño de las estatales chilenas, que analiza el período 2007-2013, fue en 2009 la última vez que Correos entregó recursos al Fisco, por US$ 9 millones. Pero también muestra que la empresa no ha recibido aporte fiscal alguno en los siete años analizados.
Las cosas, sin embargo, ahora andan mejor, afirma Faccilongo, quien cree que "el reemplazo electrónico ya hizo el mayor daño", lo que lo hace estar "muy optimista" por lo que viene en 2015. Para el año, prevé un aumento de alrededor de 28% en el Ebitda de la empresa, que espera llegue a $ 5.300 millones (unos US$ 8,5 millones). Esto, principalmente, a través de un fuerte aumento en los ingresos y un "marginal" aumento de costos, ligado a la red de distribución.
En 2014, los ingresos de la compañía llegaron a $ 81.000 millones, unos US$ 133 millones. Si se consideran los datos de la Dipres, los ingresos fueron un 7% más altos que en 2013, cuando anotaron $ 75.039 millones o del orden de US$ 151 millones.
Agrega que en 2014 el Ebitda aumentó 45%, lo que, en parte, se explica por la baja base de comparación respecto de 2013. También se logró reducir la deuda de la empresa en un 7%. Según sus estados financieros al 30 de septiembre de 2014, la compañía tenía pasivos totales por $ 50.690 millones, es decir, US$ 84,6 millones.
"Estamos atravesando una situación mejor. Que el Ebitda subiera un 45% es relevante. Es cierto que es un margen relativamente bajo para el tamaño de la empresa, pero el que vaya aumentando es auspicioso y que los ingresos hayan vuelto a ser prácticamente lo que eran en 2012, el año antes de las dificultades que tuvimos, habla muy bien de la recuperación que estamos viviendo", dice el ejecutivo.
Cambia la tendencia
Los cambios no han sido pocos para la empresa. Si hace 15 años casi el 90% de los ingresos provenía del servicio postal y un 10% de la paquetería, hoy las brechas se han ido estrechando. En la actualidad, la paquetería corresponde al 33% de las ganancias de la institución y se espera que en dos años llegue a representar el 50%.
La eficiencia ha sido otro de los aspectos en los que se ha enfocado la administración. "Nos hemos obsesionado con los costos", asegura Faccilongo, quien explica que el año pasado se hizo una fuerte contención de gastos, donde las principales reducciones se realizaron en el área de transportes.
También hubo una desvinculación de personal de poco más del 1% de la planta total. Según el gerente general de la estatal, esta operación fue "muy quirúrgica", pues implicó "pocos empleos que no serán reemplazados". A febrero pasado, la empresa informa una dotación total de 5.897 personas.
El reporte de la Dipres, de octubre de 2014, fecha en que cada año lo envía a la Ocde, indica que a diciembre de 2013 la empresa tenía 5.345 empleados. En 2007, la planilla era un 12% mayor.
Pero todo el cambio en el modelo de negocios, orientado hacia el servicio de paquetería, también ha demandado mayores tecnologías. Entre ellas están las Citybox, cabinas que hace un par de años se instalaron en el país, siempre en lugares públicos y en las que se pueden recibir pedidos y compras a través de una clave personal.
Faccilongo adelanta que potenciar la mensajería a través de esas casetas será uno de los principales puntos en los que se enfocará la empresa este año. Sin embargo, aclara que hay un gran trabajo comunicacional por hacer para promover esa dinámica en los usuarios. "Vamos a apostar fuerte por las Citybox este año y también las vamos a ampliar en regiones, además de profundizar la penetración del servicio, que es una tarea pendiente", sostiene.
En todo caso, afirma que el mercado postal sigue vigente, pues Correos de Chile mueve más de 250 millones de documentos como cartas certificadas, notificaciones y cuentas, entre otros. Por eso, descarta que el servicio pueda llegar a su fin. "No lo imagino desapareciendo. Hay actores privados que están entrando al negocio. Si están entrando privados, tan muerto no debe estar", comenta.
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