La "revolución" de las mujeres iraníes
<P><span style="text-transform:uppercase">[ iran ] </span>Se disfrazan de hombres para ir a partidos de fútbol y suben fotos a Instagram sin usar hijab. Se trata de la nueva generación que lucha contra el sistema. </P>
Ir a un partido de fútbol a apoyar a su equipo favorito, tomarse selfies mostrando el pelo, ser modelo de ropa y publicar las fotos en la red social Instagram, parecen actividades muy cotidianas en Occidente. Sin embargo, en Irán son castigadas.
Pese a ello muchas iraníes están burlando estas restricciones de distintas formas. Eso fue lo que ocurrió con Hanieh, quien la semana pasada decidió ir a un partido de su equipo favorito, el Persépolis, que enfrentaba la final con el Rahahan. A partir de 1982 la República Islámica prohibió que las mujeres asistan al fútbol u otros eventos deportivos.
Para lograr su proeza, según contó el diario El País, tuvo que ponerse cinco poleras y cinco pantalones, además de pintarse la cara completamente de rojo. Su idea era que pareciera un hombre para así pasar desapercibida. Y lo logró. "Había dicho que iría al estadio Azadi y ya estoy aquí", escribió la joven en su cuenta de Instagram.
Desde que su foto apareció en dicha red social se viralizó inmediatamente, al punto que su cuenta pasó de tener tres mil seguidores a más de 20 mil, por lo que decidió hacerla privada. "Hay que detener a esta chica que no respeta las normas, ponerla en una jaula y quemarla ante el mismo estadio para dar una lección a todas las mujeres amantes del fútbol, no solo en Irán sino en todo el mundo", se leía en un comentario del sitio web conservador Tabnak, que la misma Hanieh difundió.
"¿Por qué delito quieren quemarme? ¿Quizá por el placer de mirar el partido de mi equipo favorito y animar a sus jugadores o quizá por haber estado entre hombres que se dirigían a mí de forma respetuosa?", fue la réplica de la joven.
El diario señala que pese al peligro el número de mujeres que logra entrar a los estadios está aumentando y que algunos espectadores las ayudan para que la policía no las descubran.
Es que no es la primera vez que tanto mujeres como hombres iraníes se han arriesgado para llamar la atención sobre la prohibición de género en los eventos deportivos. Por ejemplo, según el diario The Guardian, ocurrió en 2006 con la película del aclamado director Jafar Panahi, que retrata la lucha de varias jóvenes que intentan infiltrarse a un partido de fútbol, vistiéndose como hombres. En 2014, varias mujeres fueron arrestadas por tratar de ir a un partido de volleyball en Teherán. Una de ellas, Ghoncheh Ghavami, de 25 años, pasó varios meses en la cárcel, hasta que fue liberada por la presión internacional.
En estos meses de verano en Irán, donde las temperaturas pueden alcanzar los 36 grados Celsius, muchas mujeres obvian los códigos de vestimenta islámicos y deciden salir a la calle sin estar cubiertas. Ante esto, la policía desplegó a siete mil agentes encubiertos para fiscalizar que se cumpla la norma.
Pese a ello, varias mujeres han violado la regla respecto de cómo usar la hijab y han publicado sus fotos en las cuentas de Instagram, en un evidente desafío contra el sistema. Ante esto, las autoridades judiciales iraníes lanzaron severas medidas contra las modelos y arrestaron a ocho mujeres por cometer actividades "no islámicas". Es decir, salir posando en fotografías mostrando el pelo.
Según The Guardian, ya se iniciaron procedimientos legales en contra de peluqueros y fotógrafos. A diferencia de lo que se pueda creer, en Irán hay una creciente industria del modelaje, luego de que hace dos años el líder supremo, Ayatola Ali Jamenei, señalara que esta actividad no va en contra del Islam. En octubre del año pasado, la actriz, Sadaf Taherian, fue tachada de "inmoral" por subir a Instagram fotos provocativas sin usar hijab. Por este motivo, el Ministerio de Cultura iraní le revocó su licencia de trabajo, por lo que la mujer buscó establecerse en Dubai.
Desde su elección en 2013, el Presidente Hassan Rohani ha llevado a cabo profundas reformas sociales y políticas en el país, pero gran parte del establishment sigue siendo conservador.
Como una señal de los nuevos tiempos, por primera vez en la historia del Parlamento de Irán hay más mujeres que miembros religiosos entre los 290 diputados que acaban de ser elegidos. Así, figuran 17 mujeres, frente a 16 clérigos. En la Asamblea saliente, había 27 religiosos y sólo nueve mujeres, todas conservadoras.
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