La televisión y el cine reviven al personaje de Pee-wee Herman
<P>Problemas con la justicia alejaron a la creación de Paul Reubens de sus días de fama de los años 80. </P>
De dulce y de agraz. La conocida frase es la que mejor resume la carrera del actor estadounidense Paul Reubens, quien durante años vivió a través de su encarnación: Pee-wee Herman, el ingenuo personaje que se convirtió en ícono de la cultura pop de los años 80, gracias a la particular e infantil personalidad que desplegó en diferentes escenarios a lo largo de dicha década: el teatro, el cine y la televisión. Sin embargo, la luz de la fama se convirtió en oscuridad debido a un nunca bien aclarado problema con la ley, alejándolo de la pantalla por largo tiempo. Hasta hoy, que Reubens (de 58 años) y su alter ego están de vuelta, gracias a un especial televisivo de HBO, con una de sus presentaciones teatrales en Nueva York, y una cinta producida por Judd Apatow (Virgen a los 40).
Un regreso que se fue fraguando desde enero de 2009, como el mismo Reubens confirmó posteriormente a Access Hollywood, cuando inició las negociaciones para que su espectáculo teatral The Pee-wee Herman show volviera a los escenarios. Siete meses más tarde, el actor declaraba en dicha entrevista que era tiempo de regresar: "Un día pensé que tenía que hacerlo, debía volver". Así, retornaba también a sus orígenes: el teatro, el primer lugar en que dio a conocer a su personaje, junto a la compañía The Groundlings. Poco después, en 1982, su show se convirtió en un suceso de taquilla y fue televisado por la cadena HBO, transformándolo en una estrella en potencia. Su salto al cine de la mano de un debutante Tim Burton, en la cinta La gran aventura de Pee-wee Herman (1985), terminó convirtiéndolo en figura de culto.
Unos meses más tarde, gracias a su llegada entre los niños, CBS le ofreció su propio espacio de TV: Pee-wee's Playhouse, programa que entre 1986 y 1990 se apoderó del segmento infantil de los sábados de la cadena televisiva, con una singular mezcla de comedia, juegos y enseñanzas que lo hizo merecedor de 15 premios Emmy. El gran quiebre comenzó a generarse en medio del año sabático que Reubens tomó en 1991, cuando visitó a unos familiares en Florida y concurrió a un cine para adultos. Horas después fue arrestado por la policía acusado de exposición indebida. Al día siguiente la fotografía tomada para los archivos policiales ocupaba las primeras planas de los diarios sensacionalistas. De inmediato los ejecutivos de CBS decidieron cortar las retransmisiones de su show.
Desde ese momento, el actor nacido en Nueva York se ocultó de la prensa y subsistió gracias a pequeñas apariciones en series de TV y películas, como Buffy, la cazavampiros y Batman retorna, hasta 1999, cuando su rol secundario en el show televisivo Murphy Brown fue nominado a un Emmy y poco después aceptó un aplaudido papel en el filme Inhala, de Ted Demme. Sin embargo, una nueva acusación policial que llegó en 2001, por tenencia de pornografía, pareció detener una vez más su carrera. Pero Reubens no estaba dispuesto a ceder y, tras una larga lucha legal, logró que los cargos fueran desechados, enfocándose en su regreso al escenario. Fue así como en noviembre de 2009 The Pee-wee Herman show debutó en un teatro de Los Angeles.
Un año más tarde y debido a la demanda del público, el espectáculo llegó a Nueva York, donde vendió por adelantado US$ 3 millones en entradas, como lo consignó The New York Times. Esto llamó la atención de HBO y, 30 años después de debutar por la cadena, Pee-wee y su show retornaron a la señal, convirtiéndose en una de sus cartas para las próximas nominaciones a los Emmy. Pero faltaba otra meta: una nueva película con su personaje. Lo que ni él imaginó es que contaría con la ayuda de Judd Apatow, figura de la comedia fílmica que aceptó producir un largo que se enfocará en el aspecto sentimental de Herman. En una entrevista reciente con Hollywood Reporter, Reubens afirmó que Apatow "siempre nos habla de mostrar el lado emotivo de Pee-wee Herman. Es sumar una dimensión que nunca tuvo antes".
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