La trágica historia de abandono de Beyruth
<P>Pese al apoyo económico de Colo Colo, el astro terminó su vida absolutamente solo, deprimido y en condiciones "miserables".</P>
En un pequeño altillo arriba de su agencia de Polla Gol, en Plaza Brasil, vivió Elson Beyruth los últimos años de su vida. Aparte de sus trofeos y los recortes de su época de futbolista, sólo tenía un colchón en el suelo. Su baño ni siquiera tenía ducha y las condiciones de higiene eran paupérrimas. "Entre los vecinos nos arreglábamos para lavarle la ropa y darle un plato de comida, pero era difícil, porque ya estaba mañoso y testarudo", cuenta Ketty Rojas, amiga y dueña de un local aledaño.
Cada día abría el local a las 10 de la mañana y recibía las apuestas de la gente del sector. Lo hizo hasta hace pocos meses, a pesar de que las heridas en su pierna izquierda no le permitían moverse libremente.
Después de múltiples hospitalizaciones a través de los años, por las complicaciones de la diabetes, el "Turco" (así lo llamaban sus compañeros de Colo Colo) volvió a caer en la UCI. Al salir, el club le pagó un tratamiento y le arrendó un departamento en Huérfanos con Amunátegui, en el que estuvo sólo un mes, pues tuvo que volver a ser internado. Los médicos aconsejaron amputarle la zurda, la misma que le dio el reconocimiento del medio futbolístico del país. "Decía que prefería morir a que le hicieran eso. No se atendía debidamente su pierna. Al final ya estaba muy deprimido y no comía", revela Rojas.
Los problemas comenzaron en 2002, cuando su ex pareja de más de 20 años, Zoila Vergara, puso una demanda por violencia intrafamiliar en su contra. Como parte del avenimiento, Beyruth se vio obligado a abandonar el hogar que ambos tenían en La Florida. El ex futbolista se fue a vivir a su negocio y se fue encerrando cada vez más en sí mismo. En los últimos cinco años, el ex volante recibió esporádicas visitas de sus únicos familiares de sangre, sus sobrinos Wagner y Valber, de Brasil, quienes quisieron llevarlo de vuelta a Brasil, pero no lograron convencerlo. La otra visita era Patricia, hija de su ex pareja. Según cuentan cercanos, el brasileño siguió ayudando económicamente a ambas, pese a no tener muchos ingresos y estar separados hace tiempo.
"Elson hablaba mucho de su nieta (hija de Patricia), quien era sus ojos, pero ellas lo fueron a ver al principio y después nunca más. El les dio todo y ellas lo abandonaron. Esa es la verdad de las cosas", comenta Cristina Catalán, funcionaria del Hospital San Borja Arriarán, con quien trabó amistad en una de sus recaídas. Una visión similar tiene Humberto "Chita" Cruz, uno de sus insignes ex compañeros: "Era demasiado bueno. Si me hubieran abandonado, nunca más miro a esa mujer".
Otro personaje central de la historia es el tutor legal de Beyruth, Juan Báez, a quien conoció en 1972, cuando aún jugaba por el "Cacique". Su acusación es todavía más fuerte. "Elson vivía muy mal y ellas aparecieron al final. Mientras estaba hospitalizado, le pedían millones de pesos por teléfono. Lo tengo grabado", señala.
La versión de la ex pareja de Beyruth es totalmente contraria. "Acá hay gente que se ha tomado atribuciones que no le corresponden y que nos han hecho mala propaganda. Es cierto que con Elson vivíamos separados, pero él iba a volver a la casa si salía del hospital", indica Zoila Vergara.
Beyruth buscó una conciliación hasta el final y jamás se quejó de nada, salvo del abandono. "La soledad lo mató", sentencia Catalán.
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