La tribu amazónica que no conoce el tiempo
<P>Los amondawa no tienen calendario ni palabras para decir "mañana" o "ayer". Sólo reconocen la noche y el día y la estación lluviosa de la seca.</P>
Un amondawa no puede decir "el año pasado". En su vocabulario no existen los términos "hoy" o "mañana". Los amondawa no conocen el tiempo o, al menos, no lo perciben como el mundo civilizado. De hecho, ni siquiera tienen calendario.
Chris Sinha, un sicólogo de la U. de Portsmouth (Gran Bretaña) estaba estudiando su idioma y tratando de descifrar sus infinitas metáforas cuando advirtió que el concepto abstracto de tiempo está simplemente ausente de su dialecto y cultura. Se convirtió así en uno de los primeros científicos en demostrar que el "tiempo" no es un concepto intrínseco en los humanos, sino más bien una concepción cultural, investigación que acaba de publicar en la revista Language and Cognition.
Los amondawa fueron descubiertos en 1986, en el corazón del Amazonas y aunque hoy exhiben algunos comportamientos occidentales, viven en pequeñas casas en la selva, aún mantienen muchas de sus costumbres milenarias, como cazar o pescar. Pero tal vez la más llamativa es la de no hablar explícitamente del pasado o del futuro. Sólo diferencian el día de la noche y la temporada lluviosa de la seca. "No estamos diciendo que sean 'gente sin tiempo' o que estén 'fuera del tiempo'", explica Sinha a La Tercera. "Los amondawa no hablan de ayer u hoy, sino sólo de eventos (un nacimiento) o secuencias de eventos (nacimiento, adolescencia) en lugar de ver los acontecimientos como incrustados en el tiempo", dice. Para ellos, el tiempo no es algo que pueda medirse, y no es una 'cosa' abstracta (como una línea de tiempo). Para ellos, el tiempo es inseparable de los eventos y su secuencia.
"Ahora podemos decir que hay al menos un idioma y cultura que no tiene un concepto de tiempo como algo que puede medirse, contar o hablar en abstracto", dice Sinha.
Parece un concepto extraño, pero según el sicólogo, existen muchas lenguas amazónicas, como los amondawa, que no conocen más del número cinco, y sin números, no se puede entender el tiempo como algo mensurable.
Para el experto, el principal descubrimiento es que "los conceptos de tiempo no son innatos y fijos en el cerebro humano, sino que son cultural y socialmente construidos y desarrollados. El único reloj biológico real es el envejecimiento de nuestros cuerpos".
Gente sin edad
La tribu tampoco maneja el concepto de la edad. Sólo se designan con nombres dependiendo de la época en que esa persona está viviendo. Así, los bebés tienen un nombre, que cambian cuando se transforman en niños o adolescentes, luego en adultos y, finalmente, en ancianos.
Según Sinha, la cultura occidental tiene muchas formas de referirse al tiempo. "Hablamos del fin de semana, que se aproximan los exámenes o sencillamente que 'no tengo tiempo' y creemos que tales declaraciones son objetivas, pero no lo son. Hemos creado estas metáforas y se han convertido en nuestra forma de pensar. El amondawa no habla así, y no piensan así, a menos que aprendan otro idioma", dice.
Para Sinha, su descubrimiento demuestra la importancia de la conservación de las distintas lenguas que existen en el planeta, pues permiten hacer hallazgos como este. "La diversidad lingüística y cultural es un tesoro, no sólo para los científicos, sino para todo el mundo, para la comprensión de lo que significa ser un humano", dice.
Paradójicamente, el profesor Sinha corre contra el tiempo. Sabe que su trabajo necesita más investigación, pero los amondawa están perdiendo su idioma, aprendiendo portugués y asumiendo las costum-bres occidentales, inclu-yendo el concepto de la temporalidad.
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