La UC vuelve a irse en blanco

<P>Universidad Católica obtuvo ante O'Higgins su segunda igualdad sin goles consecutiva. Los cruzados se fueron reclamando contra el juez Claudio Puga, porque no cobró un penal al final del encuentro. </P>




La imagen de Marco Antonio Figueroa caminando junto al cuarto árbitro, Patricio Polic, daba cuenta de la molestia que tenía el "Fantasma" con el juez Claudio Puga. "Dos penales no nos cobró, dos penales", le repetía el técnico de Universidad Católica al referí, luego de que se decretara el final del 0-0 ante O'Higgins, en San Carlos de Apoquindo, el segundo empate en blanco consecutivo para los cruzados.

Los locales, sin distinción, apuntaban al juez del encuentro, quien, por cierto, tuvo un rendimiento deficiente; sin embargo, el pobre espectáculo que se vio ayer también fue culpa del mezquino elenco minero y de la falta de ideas de la UC.

Es cierto que Puga debió cobrar penal por el claro agarrón de camiseta que sufrió Marco González en el área celeste cuando finalizaba el partido, pero antes de eso Roberto Gutiérrez cabeceó solo frente al endeble portero Jorge Rivera y falló, lo mismo que Jorge Ormeño cuando le quedó un balón cómodo en inmejorable posición.

Lo de O'Higgins fue muy egoísta. Demasiado. Gerardo Silva, su nuevo técnico, dispuso marcas personales para los creativos cruzados, incluyendo a Ormeño (Iván Vásquez entró como enganche, pero se preocupó más de marcar a su ex compañero que de armar juego) y pese a jugar desde el minuto 43 con un hombre más por la expulsión de Mauricio Zenteno (lanzó un improperio al aire que Puga interpretó como un insultó a él) nunca pareció tener verdaderas intenciones de desequilibrar, ni siquiera con el ingreso de Cristóbal Jorquera en la segunda mitad. Llegó dos veces mediante centros, pero Paulo Garcés respondió con clase.

"Nos robaron dos puntos, porque el árbitro nos puso trabas, no O'Higgins. Sin duda que el juez va a tener que mejorar mucho", se quejó Ormeño, quien opinó que es "impresentable" que le hayan puesto una marca personal a él.

"Tengo los tapones marcados del penal que me hicieron. Nunca me tiro", aclaró el entusiasmado debutante Juan José Morales sobre la supuesta falta de la que fue objeto. David Henríquez, quien volvió a recibir la reprobación de la barra, pero con menor intensidad, apoyó al argentino: "Yo estaba muy atrás y vi la falta; el juez estaba más cerca... Creo que le faltó personalidad para cobrarlo".

Para los locales, el lado positivo de este resultado es que mantienen la solidez defensiva: les han marcado apenas dos goles en los últimos nueve encuentros. Sólo les falta concretar en el área rival, lo que no es menor.

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