"Larsson y Mankell son buenos, pero yo soy algo nuevo en Suecia"

<P>Drogadictos, mafiosos y matones dan vida a <I>Dinero fácil</I>, éxito de ventas en Suecia.</P>




Sólo un póster del Ché y una foto de su hermana decoran la celda. Preso en Estocolmo, un chileno mira a través de tres barrotes que le recuerdan, a diario, lo imposible de la fuga. El no cree lo mismo. Condenado por tráfico de drogas, Jorge cuenta los días para acabar con los hombres que lo traicionaron. La libertad, en su caso, es sinónimo de venganza.

Tras Dinero fácil, primera entrega de su Trilogía Negra, la comparación fue inevitable. Jens Lapidus no sólo nació en la misma tierra de Stieg Larsson y Henning Mankell; también se convirtió en un fenómeno escribiendo novelas negras, el género que hizo de Suecia una factoría de bestsellers.

Con la novela ya en Chile, Lapidus comenta a La Tercera que no cree en comparaciones. "Mis libros son diferentes; quiero que sean una antítesis de la clásica novela negra escandinava. Quiero llevar al lector a lo visceral, al interior de violentas pandillas y al fracaso de una sociedad segregada. Larsson y Mankell son buenos escritores, pero pertenecen a lo tradicional. Yo pertenezco a algo nuevo en Suecia", dice.

Su protagonista de día maneja un taxi y, por las noches, se viste de Prada. Gracias a esos trajes y relojes, todos de imitación, ninguno de los adinerados chicos de Estocolmo sospecha que al joven JW apenas le alcanza para comprar ropa usada. Pero el taxi no es suficiente. Vender cocaína le suena cada vez más tentador.

Un matón que lucha por la custodia de su hija; yugoslavos que se entrenan para salir a matar de noche; chicas drogándose en clubes caros. En Dinero fácil hay espacio para todo, menos para policías. "Espero que los lectores logren sentir empatía con los criminales. Que se den cuenta de que el mundo está hecho de grises, y no de blancos o negros", dice.

Su voz es la de un experto. Además de escritor, Lapidus también es abogado penalista, profesión que aún ejerce. "Me encuentro todos los días con las personas de las que escribo", afirma.

Admirador de Raymond Chandler, Ed Bunker y Dostoievski, señala como su gran referente al norteamericano James Ellroy. De él, explica, tomó la idea de escribir de manera golpeada. Pese al éxito, afirma que no todo es perfecto en la literatura escandinava: "Las novelas de crimen suecas siempre incluyen críticas sociales, pero la mayoría de ellas no se instalan realmente en esa sociedad aproblemada".

Son varias las conexiones de Dinero fácil con Chile. Además del protagonista, la novela fue adaptada al cine por Daniel Espinosa, un sueco de raíces chilenas. Debido a la migración chilena en los 70 y 80, el propio autor dice haber crecido escuchando a Víctor Jara. Pequeñas referencias en un mundo literario profundamente sueco, donde Estocolmo es un personaje en sí mismo. "Es una ciudad cuyo rostro cambia dependiendo de quién eres y de dónde estás. Amo este lugar", concluye.

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