Las apuestas que hacen de Lollapalooza 2015 su versión más desafiante
<P>En su quinta versión, que empieza hoy, la cita se arrojó con instancias inéditas que reflejan una marca ya consolidada. </P>
"Estamos mucho más tranquilos que en otros años, sentimos que todo está mucho más bajo control". Con ese suspiro de alivio, Sebastián de la Barra, uno de los directores de Lotus -la productora encargada de Lollapalooza Chile- retrata el ánimo con que enfrentan la nueva versión local del espectáculo: luego de cuatro ediciones que lo han posicionado como el festival más masivo del país, sus gestores saben que son propietarios de una marca ya consolidada, garantía de buena organización y de una parrilla artística consistente.
Un piso ya ganado, un triunfo que, a partir de este año, justo en la mitad del recorrido -la firma tiene contrato con la franquicia por una década-, los llevó a explorar instancias antes inéditas. Por tanto, Lollapalooza 2015 se alza como la edición más desafiante de todas, una suerte de punto de inflexión que marcará las versiones venideras. Aquí, los principales cambios y las apuestas que trae la cita que se hará hoy y mañana en el Parque O'Higgins.
* A mirarlo por TV: Aunque en otros años se había emitido a través de distintas plataformas, como la web de TVN, es primera vez que el evento tendrá un alcance tan masivo: el cableoperador VTR lo transmitirá por televisión y streaming para todo el país. Es primera vez, en todas sus versiones -incluyendo las de EE.UU.- que el evento tendrá cobertura completa a través de la TV.
En lo concreto, desde hoy se podrá ver casi la totalidad de sus presentaciones en las señales HD 701 y 702, mientras que otros dos canales, pero en calidad SD, 698 y 699, también ofrecerán parte de la parrilla. Eso sí, desde Lotus aclaran que aún están cuadrando los derechos para televisar las bandas internacionales, por lo que algunas transmisiones podrían tener desfase o ajustes propios de tales instancias.
Mirando en perspectiva, De la Barra dice la alianza con VTR sirve para que a futuro pueda venir más gente al Parque O'Higgins. O sea, que la vitrina masiva de la pantalla chica no restará público. "Es una forma de democratizar Lollapalooza, para que lo pueda ver la gente de Quellón, Arica o Puerto Montt, y se de cuenta que hay que estar ahí el próximo año. Verlo por televisión va a ser bueno, pero es mucho mejor vivir la experiencia", detalla el ejecutivo.
* Headliners con fecha aparte: Había sucedido con The Killers en 2011, pero lo de esta vez asoma como el arrojo más temerario en el breve historial del festival: agendar un concierto aparte con los dos protagonistas más atractivos de su cartel. El sideshow de Robert Plant y Jack White, fijado para este lunes 16 en el teatro Caupolicán, también puede suponer que parte del público priorizará esa instancia más cómoda e íntima, en vez de repartirse durante este fin de semana, en otra clase de condiciones (recinto al aire libre, presentaciones más breves, mayor número de público, etc.) para ver a ambos números.
De la Barra responde: "Este show es más pequeño, por lo que es algo totalmente distinto, es mucho más atractivo para le gente. Pensamos en un momento en hacer algo más separado, con Plant o White cada uno en un show en La Cúpula, por ejemplo, pero creemos que juntarlos será más histórico". Además, no descarta que en los próximos años los grandes invitados puedan amarrar instancias paralelas así de particulares. * Más electrónica: No cabe duda: el puesto estelar que este año ocupan los créditos electrónicos -Calvin Harris y Skrillex aparecerán en las tarimas centrales, no en el Movistar Arena- es una señal de la escalada cada vez más masiva del género en Lollapalooza. Una tendencia en sincronía con el resto del planeta, donde las grandes figuras de los ritmos sintéticos también encabezan los mayores festivales del circuito. El chileno DJ Bitman, presente en esta edición, analiza: "La gente está demandando eso, son números dueños de un espacio que antes no existía. Es una buena opción, aunque a ciertas personas les parezca antirockero. Es el momento que el DJ tome ese lugar".
* Menú transversal: La tónica de este año es que todos los paladares queden satisfechos: desde los feligreses del rock clásico que aún creen en el alto voltaje de Robert Plant, Jack White y Kings of Leon, hasta los amantes de las variantes más bailables, adictos al flúor y las luces de Calvin Harris, Skrillex o Major Lazer. Con esa apuesta, el evento pretende mantener el mismo promedio de público de sus dos ediciones anteriores -70 mil por día- y concentrar fuerzas, ya que por ahora se descarta en un futuro inmediato sumar una tercera jornada. Además, hoy y mañana se sumarán otros dos escenarios paralelos para nombres emergentes.
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