Las claves de "Rutas Mortales" en los Andes
<P>Lisa Kelly y Hugh Rowland, protagonistas de uno de los shows más vistos en el cable de Latinoamérica, pasaron 10 semanas en Perú y Bolivia grabando el nuevo ciclo de un espacio que, según sus productores, tiene en Chile un próximo destino. </P>
Lo dicen prácticamente todos los choferes de Huaraz, este pueblo imposible que está en plena sierra peruana, a los pies de la Cordillera de los Andes, y a más de tres mil metros de altura sobre el nivel del mar: que aquí cuando hay un accidente en la carretera "no hay un sólo herido, sino puros muertos". Patrick Costello llegó con ese macabro dato a mediados de febrero y no demoró mucho en dar con esas "rutas mortales", esos caminos sin asfalto ni defensas ni "doble vías", tan típicos del "Tercer Mundo", y que hoy son el escenario perfecto para uno de los shows más vistos en la TV por cable de Latinoamérica.
Se trata de Deadliest roads, el mismo programa que actualmente emite History Channel y que muestra a conductores canadienses y estadounidenses arriesgando el pellejo por los intimidantes senderos del Himalaya y a bordo de viejas máquinas arrendadas a los conductores locales. La próxima temporada, la que se estrena en octubre en EE.UU. y en 2012 en Chile, se viene grabando desde el 14 de abril pasado en rutas como el Callejón de los Conchucos o el Cañón del Pato, dos de las vías más peligrosas que Costello, productor, y el equipo de Rutas Mortales escogieron para el nuevo ciclo del programa que, en Chile, es el octavo más visto en el cable.
Lisa Kelly , nacida hace 30 años en Michigan, es la estrella del show y sentada en un oscuro salón del Hotel Tumi, en el centro de Huaraz, admite con una risa nerviosa que esto fue "mil veces más peligroso" que el Himalaya. "Ha sido increíble, por los paisajes y las personas que he conocido tanto aquí (Perú) como en Bolivia, pero los caminos son una locura", dice a poco de terminar con las 10 semanas que ha pasado acá junto a otros "20 gringos" que han invadido la ciudad con su extravagante idea del entretenimiento audiovisual.
Hugh Rowland (54), otro de los conductores del programa que nació de Ice Road Truckers (estrenado en 2007 y con cinco temporadas al aire), también comenta que "los Andes" ha sido todo un desafío. "Nosotros estamos haciendo un programa de TV, pero la gente acá arriesga la vida a diario para llevar comida y materiales por estos caminos. Cuesta creerlo", cuenta este gringo de brazos tatuados y panza cervecera a poco de tomar el avión que lo llevará de vuelta a su natal Canadá.
Huaraz es un pueblo andino de unos 1.300 habitantes que está ubicado a 407 kilómetros yendo desde Lima hacia el norte. Llegar allá es una aventura, sobre todo, después de un viaje en avioneta que permite ver de frente ese imponente coloso andino llamado Huascarán y que domina el paisaje. El 31 de mayo de 1970, minutos después de un terremoto 7.8 que derrumbó el 95 por ciento de las construcciones de la ciudad, un pedazo del Huascarán se vino abajo en un alud que mató a 80 mil personas en toda la región de Ancash y que sepultó totalmente una ciudad de 25 mil llamada Yungay. Kelly y Rowland manejaron algunas de esas rutas teñidas de tragedia con camiones arrendados por 800 soles diarios a los choferes locales y que, para satisfacer el conocido morbo del show, son equipados con ocho cámaras ubicadas estratégicamente en las ruedas y las cabinas.
"Ahí radica el éxito del programa", opina Rowland: "Que la gente sienta desde su casa que está manejando estos camiones por estas carreteras mortales. Son muchos los oficios peligrosos, pero creo que con pocos puedes sentirte tan identificado como con este. Todos conducen autos, todos saben de qué se trata. Esto es sólo ir un poco más allá". "Tiene que ver con superar tus miedos", dice Kelly. "Este es un show de rutas y camiones y de gente como nosotros que ama lo que hace, pero también es un espacio que habla de miedos y de cómo superarlos".
Basta un breve tour en tierra por los alrededores de Huaraz, o de cualquiera de los sitios ya escogidos, para concluir que las posibilidades de Rutas Mortales son infinitas. Pero en el cálculo exacto de Rowland y Costello, las carreteras con estas características son 25 en el mundo y el norte de Chile está en la lista. "Hemos pensado en las rutas de las minas de cobre", adelanta el productor sobre lo que podría ser uno de los próximos destinos del programa.
A pesar de que la próxima parada podría ser Australia, Rowland, viejo ducho en estas lides, ya declara sus intenciones de viajar a Chile. "Estoy listo para ir, me encantaría conocer Chile y todos los países que pueda conocer. Estoy listo para seguir haciendo esto hasta que no sea divertido", confía con esa lógica gringa de que no hay imposibles. Incluso en las rutas mortales de Huaraz.
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