Las claves para redactar una buena carta de presentación
<P>Esta herramienta sigue estando vigente a la hora de conseguir una entrevista laboral o elevar las chances de imponerse en un proceso de selección. Pero se cometen muchos errores en su redacción.</P>
Las cartas de presentación son un recurso muy tradicional de los profesionales que quieren llamar la atención en orden a conseguir o cambiar de trabajo. Hoy siguen siendo ampliamente utilizadas, aunque existen opiniones encontradas sobre su efectividad o, incluso, de su necesidad en tiempos de comunicación digital.
Lo que está claro es que, para que sean efectivas, estas cartas deben ceñirse a una estructura que atraiga el interés del empleador o del encargado del proceso de reclutamiento, y deben estar muy bien redactadas. De lo contrario, habrá sido tiempo perdido para todo el mundo.
"En los países europeos y en Estados Unidos, la formalidad requiere que el currículum siempre vaya acompañado por una carta de presentación. Se dedica bastante tiempo a personalizar y a pulir dicho documento. En Chile frecuentemente se reciben los CV sin carta, o adjuntos a un correo electrónico que no contiene mayor información", según describe Leslie Cooper, socia y directora ejecutiva de HK Human Capital.
Uno de los pecados más frecuentes que cometen los aspirantes a un cargo ejecutivo es repetir la misma información que ya viene en el currículum, perdiéndose así el carácter complementario que la carta de presentación debe tener. Tampoco sirve halagar o referirse de manera complaciente a la empresa donde la persona quiere entrar si esos mensajes están llenos de lugares comunes. Lo importante es la veracidad de lo que se está afirmando y también expresar las cosas de una manera original, que agreguen valor.
La directora ejecutiva de CF + Partners, Carla Fuenzalida, afirma que una buena carta de presentación "debe explicar cuáles son las áreas de interés del profesional y el tipo de proyectos que le atrae. Es decir, hay que orientarla a decir todo lo que no se desprenda directamente del currículum.
En otras palabras, es una exposición general donde también las personas pueden dar a conocer las habilidades que su perfil profesional puede aportar a la compañía, siempre desde una visión proactiva, manifestando de forma asertiva cómo aplicaría las herramientas que maneja si se le da la opción de trabajar en la empresa.
Sin embargo, en Chile mucha gente desaprovecha esta posibilidad, redactando cartas mal enfocadas, mal escritas e incluso con faltas de puntuación y ortografía. Por este motivo, pocos encargados de búsqueda y selección de ejecutivos leen estas cartas: "No aportan desde el punto de vista genérico, las personas usualmente no indican dónde quieren crecer, en qué áreas está su principal expertise", dice Cecilia Besa, socia de Testa Nova.
De alguna manera, agrega, la actual tendencia de agregar un abstract al comienzo de los CV ha venido a reemplazar a las cartas de presentación, sobre todo si están bien escritos y contienen la información complementaria a la experiencia laboral y académica que los head hunters quieren encontrar.
Frente al hecho de que todavía se usan, y que muchas compañías incluso las piden para ser parte de un proceso, hay que recordar que una buena carta de presentación debe mostrar los principales logros profesionales y las competencias, habilidades y experiencia laboral, usando palabras clave que evidencien los conocimientos y un dominio actualizado acerca de la posición a la que se aspira llegar.
Según Leslie Cooper, la carta además tiene que ser veraz, breve, e ir al grano. "No debe sumar más de una página y contener características diferenciadoras y de interés para el cargo al que se postula y la empresa", afirma.
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