Las donaciones y gastos de la campaña

Más de $ 206 millones fue lo que desembolsó el candidato independiente Marco Enríquez-Ominami en la producción y difusión de la publicidad radial a nivel nacional.

En la rendición se detalla que el arriendo de la sede tuvo un costo de $ 21 millones, mismo valor que tuvo la remodelación de su comando.

Otro de los gastos que especificó fueron los $ 490 mil destinados a un "video de preparación para Tolerancia Cero/ debate presidencial" y para "edición de entrenamiento para Tolerancia Cero".

Además, el ex candidato independiente canceló $ 1,1 millón por concepto de vestuario a Miguel Angel Guzmán y más de $ 9 millones por servicios de vuelo.

Por concepto de trabajos voluntarios se consignaron tres millones 600 mil pesos.

Aunque por los 430 mil votos que obtuvo en primera vuelta, Jorge Arrate podría haber obtenido $ 272.260.458 como reembolso del Estado para gastos de campaña, el candidato del Juntos Podemos sólo recibirá $ 167 millones, que es la cifra que rindió ante el Servel.

El 64% de su campaña fue financiada por el Partido Comunista. Por ello, en su declaración de gastos, Arrate cedió dicho porcentaje del reembolso a la colectividad.

Durante los tres meses de campaña, Arrate desembolsó $ 3 millones por concepto de asesoría de prensa, $ 4.400.505 por arriendo de sede Santiago y $ 1.066.122 en viajes por el país, además de gastos en combustible. En alojamiento, el candidato economizaba y el 20 de noviembre sólo gastó $ 15 mil por un alojamiento en Calama.

Uno de los ítemes más altos en la rendición de Eduardo Frei lo canceló a la empresa G2M S.A. por más de $ 224 millones. Según el Diario Oficial, dicha entidad fue constituida el 9 de septiembre de 2009, siendo sus socios Gonzalo Mehech y Giorgio Martelli, éste último uno de los colaboradores en el área administrativa. En el detalle de los gastos, no se especifica el pago a quienes trabajaron en el comando.

Cerca de $ 20 millones fueron destinaron al traslado de adherentes; $ 97 millones en la confección y asesoramiento de la página web; $ 9 millones por el himno de campaña Vamos a Vivir Mejor; $ 274 millones en el arriendo de espacios publicitarios, y a la agencia de publicidad Felicidad se le canceló $ 18 millones.

El arriendo de la sede de Bilbao 1159 tuvo un costo de $ 7 millones.

$ 1.097 millones de pesos puso Sebastián Piñera de su propio bolsillo para financiar su campaña de primera vuelta, lo que representa un 21% del costo total de ésta.

Entre los pagos específicos realizados durante el período legal de campaña, se cuenta la capacitación a apoderados de mesa en la Fundación Jaime Guzmán, lo que representó un gasto de ocho millones y medio, mientras que el arriendo del hotel Crowne Plaza para el día de las elecciones costó tres millones 200 mil pesos. El arriendo del escenario para uno de sus eventos de cierre de campaña significó un desembolso de 19 millones de pesos.

Además, Piñera declaró $ 382 millones en la categoría de "varios" bajo la glosa de "gastos menores".