Las etapas de una fiesta: Cómo se alteran la mente y el cuerpo a medida que avanza la noche
<P>Todo parte unas tres horas antes de la medianoche, con una leve sensación de euforia provocada en el cerebro por aquel tentador primer trago. Con el paso de las horas, también se alteran nuestros reflejos musculares y el metabolismo. El resultado final se manifiesta al otro día.</P>
21:00, Estamos todos contentos
Usted llega a la fiesta, toma su primer trago y de inmediato se pone alegre, se ríe y siente que lo pasa bien. Este es el efecto del alcohol ingresando al torrente sanguíneo: en pocos segundos el alcohol alcanza los centro de placer del cerebro. Y así ocurre que después del primer trago, el alcohol aumenta los niveles de cuatro sustancias químicas clave del cerebro: la dopamina, la llamada hormona del placer, la serotonina, neurotransmisor relacionado con las emociones (su baja se relaciona con la depresión) y el ácido gamma- aminobutírico, neurotransmisor que actúa como sedante, ya que inhibe funciones cerebrales como la sinapsis. Todos esto actúa como un potente cocktail responsable de las sensaciones de euforia, relajación y desinhibición que caracterizan al alcohol en una primera etapa.
23:00, ¿Yo hice eso!!!?
Usted lleva dos horas de fiesta, bebiendo, se ríe de todos los asistentes y, acto seguido, decide que lo más divertido será ponerse a bailar encima de las mesas. En otras palabras, todo aquello que sus amigos le comentarán que hizo al día siguiente, pero que usted, asombrado, se negará a creer. De cierto modo tiene razón, no fue usted, sino la inhibición que genera el alcohol luego de interferir en la comunicación entre sus neuronas y la corteza cerebral. Dicha interacción no sólo es la responsable de procesar información, sino también controla movimientos musculares. En otras palabras, usted se siente confiado, pero su capacidad de juicio disminuye así como también su capacidad de coordinación. ¿Resultado? Además de desinhibido para conversar, su deambular comienza a tornarse cada vez más errático mientras va de mesa en mesa molestando a los invitados de la fiesta.
00:00, A tomarse la otra
A la medianoche ya estamos desinhibidos, sin embargo a esta altura y con el nivel de ingesta alcohólica, los receptores del cerebro se saturan y no pueden seguir generando la misma cantidad de sustancias químicas que al comenzar la noche. Es así que el efecto de la euforia se va diluyendo y usted opta por ir a buscar "el otro traguito". Dado que su juicio se encuentra deprimido, usted pondrá poca atención a lo que bebe para intentar volver al estado eufórico inicial: vino, whisky, cerveza, cualquier trago le parece bien a esta hora. Pero su organismo dirá otra cosa. En ese momento el hígado comenzará a trabajar a toda marcha, volviéndose incapaz de metabolizar el alcohol con suficiente rapidez. ¿Consecuencia? La concentración del alcohol en el cuerpo aumenta, apareciendo claros signos de desorientación, náuseas y falta de coordinación.
02:00, Primeras bajas
Este es el punto de inflexión donde algunos deciden dar por terminada la noche, mientras otro grupo sigue enfiestado como si nada. Para los primeros, el cuerpo comienza a enviar señales de sobreestimulación cerebral, usted se siente ebrio, bosteza y sólo desea encontrar un buen lugar donde recostarse y descansar, pero no para todos. Esto es especialmente válido para las mujeres, ya que son ellas quienes se ven más afectadas por el alcohol: el cuerpo de los hombres contiene un 61% de agua, versus el de las mujeres que llega sólo a 52%. Esto implica que el cuerpo masculino tiene más facilidad para diluir el alcohol, aun cuando tenga el mismo peso corporal que la mujer.
4:00 a 9:00, Voy a descansar y vuelvo
A esta hora la mayoría sucumbe al sueño y al efecto sedante de alcohol. Usted se retira a dormir a su casa, o bien lo hace en algún lugar tranquilo de la fiesta con mayor o menor discreción, según sea el caso. Esto ocurre debido al efecto sedante del alcohol, lo que se traduce en una sensación de gran cansancio que se apodera de usted, sin que ni siquiera usted lo perciba debido a lo mucho que ha bebido. Como resultado usted se podrá dormir muy rápido, sin importar el lugar en el que se encuentre, pero no conseguirá entrar en la etapa REM del sueño, que es la encargada del descanso reparador. Junto con ello, es muy probable que debido al efecto diurético del alcohol usted deba levantarse varias veces al baño y sentirá muchísima sed durante lo que queda de la noche. ¿Resultado? Usted despertará sintiendo que un camión pasó por su cabeza.
10:00, No tomo nunca más
Usted despierta sintiéndose víctima del efecto vulgarmente conocido como resaca o, en buen chileno, "la caña". El responsable de esto no es otro que la deshidratación, sumada al hecho de que el hígado transforma el alcohol en un químico llamado acetaldehído, un cóctel que el cerebro reconoce como "veneno" e intenta expulsar del organismo. Es en este proceso que aparece el desagradable dolor de cabeza asociado a la resaca. ¿Se puede evitar? La respuesta es no, pero se puede disminuir escogiendo bien lo que toma. Primero, evite los tragos oscuros como el whisky o el ron, y prefiera aquellos que traen menos impurezas como producto resultante de la destilación, como por ejemplo el vodka.
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