Las historias detrás de algunas de las víctimas de los ataques terroristas de París

<P> El joven británico Nick Alexander murió en los brazos de su ex pareja tras el tiroteo en la sala Bataclan. </P>




"No son víctimas anónimas, son rostros, vidas, jóvenes, cuyas vidas han sido truncadas, que planeaban pasar una velada tranquila en un café o un concierto", recordó ayer el primer ministro francés, Manuel Valls, de visita a una unidad de apoyo psicológico habilitada para los familiares en École Militaire, cerca de la Torre Eiffel. A medida que pasan las horas se van conociendo los nombres y las historias de las 132 personas que el viernes murieron en París, víctimas de los ataques reivindicados por el Estado Islámico.

A través de las redes sociales se ha comenzado a buscar a las personas desaparecidas que se encontraban en algunos de los puntos atacados por los terroristas, que en algunos casos han finalizado con la confirmación de la muerte. Así es el caso de Nick Alexander, un británico de 36 años que se encontraba vendiendo productos de la banda Eagles of Death Metal durante su concierto en el centro de espectáculos Bataclan.

Según comentó su novia por Twitter, el joven se encontraba con su ex pareja quien lo vio morir en sus brazos durante el tiroteo ocurrido en el lugar. La ex pareja, Helen Wilson, resultó herida por impactos de bala, pero escribió en su Facebook que "luego el no pudo respirar más y lo sostuve entre mis brazos y le dije que lo amaba, que él había sido el amor de mi vida". Por su parte, su pareja publicó una fotografía de los dos en la que le dice que descanse en paz.

Otra de las víctimas en Bataclan fue el joven abogado francés Valentin Ribet, de 26 años. Graduado en Derecho comercial internacional en 2014 en la London School of Economics, fue esta misma institución la que confirmó su muerte a través de su cuenta de Twitter. Ahora trabajaba con el reputado abogado Antonin Lévy, hijo del filósofo Bernard Henri Lévy, en el gabinete Hogans Lovells de París.

Guillaume B. Decherf, de 43 años, era periodista musical freelance y colaborador habitual de la respetada revista cultural LesInrocks. Su última crítica publicada en el magazine era sobre el último disco de los Eagles of Death Metal, en la que anunciaba su concierto el 13 de noviembre en el Bataclan. Allí se encontraba la fatídica noche del viernes, donde encontró la muerte. Ayer, según el diario español El País, tenía previsto narrar la crónica del concierto de Motörhead en el Zénith de París, que el grupo de heavy metal británico anuló finalmente tras los atentados. Decherf deja dos hijas.

Originario del norte de Francia, Thomas Ayad, de 34 años, trabajaba para el sello musical Mercury Records. Estaba en el concierto con dos colegas que también murieron. En un tuit, el presidente de Universal Music en Francia, Pascal Negre, se refirió a ellos como Marie y Manu, pero no dio más detalles. Supuestamente se encontraban acompañando a la banda Eagles of Death Metal durante su presentación.

El viernes el ex futbolista del Real Madrid, Lassana Diarra, se encontraba en la cancha del Stade de France, donde era titular en el amistoso de Francia con Alemania cuando resonaron las explosiones que dejaron a tres terroristas y un ciudadano portugués muertos. Lo que Diarra no sabía es que en los tiroteos de esa misma noche había fallecido su prima, Asta Diakite. El sábado, el jugador del Olympique de Marsella escribió en su Twitter: "Mi prima Asta Diakite figura entre las víctimas de uno de los ataques, como centenares de otros franceses inocentes. Ella era para mí una referencia, un apoyo, una hermana mayor".

La noche del viernes era especial para Thierry Hardouin, de 36 años. El policía en la prisión de Bobigny, localidad del norte de la región parisina, había reservado una mesa en el restaurante La Belle Équipe, en la rue de Charonne, para festejar el cumpleaños de su esposa. Pero la celebración no llegó. Ambos figuran en la lista de civiles abatidos por los tiroteos terroristas.

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