Las luces y sombras de Maradona en sus 50 años

<P> Cercanos al "Pelusa" recuerdan las genialidades y los fuertes conflictos del mejor futbolista argentino de todos los tiempos.</P>




Con 20 años, José Luis Díaz, no podía creer que, de un día para otro, el máximo ídolo del fútbol argentino fuera su entrenador. El jugador que militara en Osorno, Audax, Unión Española, Cobreloa y la UC fue uno de los favoritos de Diego Armando Maradona en su breve paso como técnico de Mandiyú de Corrientes entre 1994 y 1995. "Me decía que quería que jugara como él", cuenta el "Pepe", quien en su fuero interno sabía que le hacían una petición imposible.

Así empezó la carrera de entrenador de Maradona, por accidente, durante los 15 meses de suspensión que recibió de la FIFA por haber consumido efedrina en el Mundial de Estados Unidos. "Seguía siendo un jugador. No tenía mucha experiencia y se le notaba", cuenta Díaz.

A su compañero de México 86, Oscar Garré, le tocó ver la otra faceta del "10" como técnico, en la selección argentina. El ex estratego de Huachipato trabaja en las juveniles de la AFA y se encontraba a menudo con el "Pelusa" en Ezeiza. "Tiene mucha capacidad como DT. Espero que le vaya bien, porque el golpe nos pegó fuerte a todos", dice el ex lateral izquierdo, haciendo referencia a la dolorosa salida de Maradona de la selección transandina, el último de los obstáculos en una vida que no ha conocido de puntos medios y se ha movido entre la gloria y el fracaso.

El cielo y el infierno

"Este equipo es Maradona y 10 más", recuerda haberle escuchado Jorge Luis Burruchaga a Carlos Bilardo antes del Mundial. Todos sabían que el volante ofensivo iba a "ser el jefe de barco", pues ansiaba tomarse revancha por su floja actuación en España 1982.

El "Pibe de Oro" había descollado con todas las camisetas que había vestido: Argentinos, Boca Juniors, Barcelona y lo hacía entonces en Napoli. Sin embargo, le faltaba brillar en una Copa del Mundo para convertirse en leyenda. "Diego se mataba en los entrenamientos, y cuando uno ve al referente del equipo así, uno se contagia. Todo se dio en el momento justo", dice Burruchaga, quien fue el primero en festejar con el "10" después del segundo gol a los ingleses. "¡Qué gol que hiciste, hijo de puta!", le gritó, en medio de la euforia.

Por su parte, Garré comenta que "tuvimos la suerte de que use ese don con que nació a nuestro favor", y se queda con el recuerdo del "Barrilete Cósmico" dominando una naranja en los tiempos muertos de la concentración en México.

A la postre, Argentina fue campeón y Maradona pasó a ser "más famoso que el Papa". Por eso, sus cercanos piensan que sus miserias fueron, de alguna manera, consecuencia de su genialidad."Es como cualquier persona a la que hicieron sentir dueño del mundo. Ha pagado muy caro el precio", comenta Gabriel Buono, su secretario personal desde hace 12 años, quien vivió junto a Maradona sus procesos más duros: la batalla contra las drogas y la lucha por su vida. "No es fácil convivir junto a este tipo de personas", argumenta su mano derecha, pues "se junta mucha gente que lo que menos le interesa es la vida de Diego. Sólo le importa el negocio que puede hacer con él".

Junto a Maradona también estuvo Alfredo Cahe, el médico que lo atiende desde los 16 años, cuando su representante de la época, Jorge Cyterszpiller se lo presentó. "Me tocó salvarle la vida una vez, estando los dos solos en un campo de golf. Fue una situación al límite. Con Diego, no se puede elegir una experiencia, son muchas", cuenta el doctor que apoyó su rehabilitación.

Aunque para Buono, a Maradona todavía le faltan muchas cosas por superar, el resto de los consultados concuerda en que el "Pelusa" ha ido madurando a punta de las numerosas caídas que ha tenido. "Vi a muchas personas que intentaron rehabilitarse y no lo lograron, pero él es el ejemplo de que se puede salir adelante", indica Cahe, mientras que Garré cree que "le costó llegar a los 50, pero finalmente maduró y tiene vida útil como DT. Que aproveche esa fuerza espiritual y vuelva a dirigir lo más pronto posible".

Dicen que todavía no se ha recuperado de su salida de la selección, pero quienes lo conocen confían en que pase lo que pase, saldrá adelante. Tal como lo ha hecho durante estos 50 años.

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