Las murallas más atractivas del mundo
<P>Ya sea por motivos religiosos, bélicos o políticos, las murallas se han erigido por todas partes y nos han acompañado desde los inicios de la humanidad. Y si usted es uno de aquellos que siguen recordando la reciente visita de Roger Waters y su más que emocionante presentación del disco <I>The Wall,</I> de Pink Floyd, en el Estadio Nacional, acá le presentamos algunas de las más interesantes murallas del orbe. </P>
1. La soledad de Gaza
Es una de las más dolorosas aberraciones de la historia reciente. El muro de hormigón armado de nueve metros de alto que separa a la palestina Franja de Gaza de Israel, además de crear una especie de cárcel sin techo, permite un territorio-isla con la mayor densidad del mundo, unas 1,6 millón de personas (el 80% vive por debajo del umbral de pobreza) en 365 km2, territorio bloqueado para personas, combustible, alimentos y material de construcción. El gobierno israelí construyó esta división de alrededor de 680 km de extensión en respuesta a los ataques con cohetes lanzados desde el lado palestino al de los colonos hebreos. Y si bien no es una situación oficial de guerra, el ejército israelí realiza continuos ataques "selectivos" que se suman a las operaciones militares desde 2006, y que han dejado cerca de 2.000 muertos. Un juego entre el gato y el ratón mediados por un muro que convierte a esa zona en una verdadera olla a presión.
Durante 2005, el artista conocido como Banksy pintó nueve murales que sirvieron para darle publicidad a la insostenible situación.
2. La más grande de todas
Casi 9.000 kilómetros de extensión posee esta mastodónica obra, Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1987 y conocida como la "única obra humana visible desde el espacio", lo que es una completa falacia, ya que posee como promedio unos seis metros de alto por cuatro de ancho. Se dice que unos 10 millones de personas murieron durante su construcción, que comenzó hace más de 2.000 años por el emperador chino Qin Shihuang -el mismo de los Ejércitos de Terracota-, a partir de la anexión de fuertes defensivos con el fin de contrarrestar las incursiones de los pueblos nómadas del norte de Asia. La muralla fue ampliada y reconstruida por los sucesivos emperadores chinos, pero de poco les sirvió, ya que, como dijo Gengis Khan: "La resistencia de una muralla depende del coraje de aquellos que la defienden". Además, una de las mayores amenazas, los mongoles, pasaron a ser parte del imperio chino, por lo que la muralla dejaba de tener su sentido. Hoy, es de los principales puntos turísticos chinos, y miles viajan para ver esa "serpiente que sube y baja montañas".
3. Donde van los lamentos
Se trata del sitio más sagrado para el judaísmo y el último vestigio del Templo de Jerusalén, destruido por los romanos. Los judíos han rezado frente a este muro durante los últimos 2.000 años y unos seis millones de personas lo visitan cada temporada. Frente a él se realizan todo tipo de plegarias que, muchas veces y en una hermosa tradición, son escritas en papelitos que son introducidos en los espacios que dejan las piedras, como cartas dirigidas al mismísimo Dios.
Son tres los rezos que se practican cada día frente al muro, y los judíos repartidos por todo el orbe deben orar en dirección a este particular sitio. El viernes es el día más especial, porque a las seis de la tarde, al iniciarse el Shabat -ese oasis en la semana para el mundo judío-, se reza, canta, baila y celebra alrededor del muro. Los que han presenciado ese momento coinciden en lo difícil de describir por la energía que se experimenta, independiente de la creencia de cada uno.
4. El muro de la Guerra Fría
Aquellas imágenes de mujeres y hombres de todas las edades rompiendo el Muro de Berlín con picotas, martillos o cualquier cosa que sirviera, quedarán para siempre en las pupilas del mundo. Era 1989 y uno de los últimos -pero sin duda más importantes- símbolos de la Guerra Fría caía y con ello la división del mundo entre Oriente y Occidente. Su construcción comenzó en 1961, con el fin de evitar el éxodo de alemanes del Este al Oeste y durante 28 años, además de dividir al mundo, separó familias y dejó una interminable lista de dramas. Cerca de 250 personas murieron tratando de cruzarlo y 75.000 fueron detenidas por intentar escapar.
Sin embargo, más de 40.000 personas sí lograron cruzar a base de puro ingenio, como los 18 viajes que realizó un pequeño vehículo Isseta transportando fugitivos, los vuelos en globos aerostáticos, minisubmarinos y muchos más. Hoy, el muro convoca a miles de turístas que cada año van a Europa, especialmente a las murallas pintadas, conocidas como East Side Gallery.
5. La muralla de los chicles
Este muro, afortunadamente, no fue levantado para dividir. Nace del más absoluto y asqueroso aburrimiento. La historia comenzó con un chicle desabrido en la boca y la antigua costumbre de pegarlo en cualquier sitio, en vez de botarlo a la basura. En este caso, el lugar elegido fue una pared de Post Alley, en Market Place Park, Seattle, donde la gente, aburrida de realizar una fila para conseguir entradas de un teatro próximo, manifestaba su molestia con chicles en el muro. Al comienzo se pegaban pequeñas monedas con la goma de mascar y, luego, ya eran los chicles sin más. Desde 1999, la gente que limpiaba las paredes dejó de hacerlo ante la porfiada y asquerosa masa pegada en el muro, que crecía cada vez que limpiaban, y ya la alcaldía convirtió a este sitio en reconocida atracción turística. Lo interesante es que los masticadores de chicles fueron dejando libre la imaginación y éstos se fueron transformando en corazones, el símbolo de la paz, nombres, banderas, estatuas y una serie de obras de arte llenas de gérmenes.
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