Las obsesiones del guionista de Los 80 y de la primera teleserie nocturna de Canal 13

<P>Rodrigo Cuevas trabaja actualmente en la primera teleserie nocturna de Canal 13. </P>




"Es caro hacer época. Muchas veces no puedes contar lo primero que se te ocurre", reconoce Rodrigo Cuevas (37), guionista de la serie Los 80 de Canal 13 sobre los desafíos que enfrenta a la hora de poner en página las vivencias de la familia Herrera. Y da un ejemplo: que el personaje de Félix (Lucas Escobar) no puede ni siquiera dar una vuelta a la manzana en bicicleta, porque no hay dinero para ambientar todas esas calles. "Si algo tan elemental como eso no lo puedes hacer, hay otras muchas cosas que son imposibles", cuenta, pero aclara que las frustraciones a la hora de contar el cuento de todas maneras siguen siendo pocas. La anécdota, en todo caso, sirve para ilustrar una de las obsesiones del libretista: que lo que se vea sea lo más honesto y verosímil posible.

El esfuerzo ha rendido sus frutos y ha dado en el clavo. Porque en su tercer ciclo, que terminó el domingo pasado, la serie promedió 26 puntos de rating y se convirtió en la temporada más vista hasta ahora. Además, este año el programa recibió las mejores críticas a la fecha, causando consenso en que este fue su mejor ciclo. Y como para confirmar su ascenso como uno de los libretistas más cotizados de la industria local, Canal 13 le confió los guiones de su primera teleserie nocturna, tentativamente bautizada Peleles, género en que la estación de Andrónico Luksic hace años quería incursionar sin encontrar un proyecto. La historia se centra en un grupo de hombres de distintas edades y contextos que comparten las frustraciones cotidianas.

Claro que el género telenovelesco no es nuevo para el libretista. De hecho, su primer trabajo remunerado como guionista fue la elaboración de una historia para una teleserie en Mega que nunca llegó a producirse en la época, a fines de los 90, en que Ricardo Miranda y Helvio Soto comandaban el área dramática de la estación privada. "Estaba centrada en una empresa constructora. Me interesaba mucho meterme en el mundo de las obras, ese tipo de personajes: obreros, jóvenes de distintas edades", cuenta. Luego vino un período en que se dedicó a otros rubros, hasta que en 2004, con Hippie, volvió a escribir. A continuación trabajó en Tentación y finalmente, cuando Cristián Galaz lo reclutó para escribir sus capítulos de la serie de telefilmes Héroes, Cuevas llegó al área Bicentenario de Canal 13, lo que lo llevó a Los 80.

En terreno conocido

A pesar de que es un terreno que le resulta familiar, no por eso Cuevas estuvo demasiado convencido de volver a las telenovelas. "Mi primera reacción fue no", recuerda. Y sigue: "El tema, más allá de los géneros, es contar bien las historias y meterse en temas interesantes. Y ahora siento que sí están dadas las condiciones para poder enfrentar el género así. Preocupándose de verdad por los contenidos, por una construcción de personajes bien hecha, compleja, alejarse de los estereotipos", enumera y remata medio en serio y medio en broma: "Vamos a ver si fue una buena decisión o una pésima decisión. Está por verse".

El se muestra reacio a dar detalles del trabajo en Peleles, porque, explica, "estamos recién en etapa de desarrollo", que actualmente están trabajando en la historia, "ajustando piezas", y que cuentan con el apoyo de investigación, de bibliografía, mientras tratan de "minimizar el margen de error". Es tanta su reserva que ni siquiera se anima a revelar su visión de las teleseries nocturnas ni cuál será el estilo que abordará. "Tengo ideas al respecto, pero no quiero dar la receta. Además que puede terminar siendo tóxica, así que tampoco quiero exponer a nadie al veneno aún", explica. Y resume: "Al final, hacer guiones es contar una buena historia y contarla bien, el resto es secundario", aunque admite que hay otros ingredientes necesarios: "Un equipo dispuesto a asumir ese desafío y ejecutivos dispuestos a transitar por ahí". Esta producción también marcará una diferencia en su estilo. Porque aunque este ciclo de Los 80 lo escribió totalmente solo, ahora tendrá un equipo de guionistas. "Tiendo a ser bien obsesivo, así que creo que me va a costar un poquito delegar", admite.

Armando Los 80

En el caso de Los 80, Cuevas sí se explaya sobre su proceso. La preparación previa es exhaustiva: se dedican entre dos y tres semanas a la preparación de cada capítulo, un grupo de historiadores recoge, literalmente, las noticias de todos los días del año en que se ambientará la temporada, se hacen entrevistas y se recurre a material de archivo audiovisual. Pero a la hora de escribir, revela que su método tiende al minimalismo de recursos. De hecho, cuenta, ni siquiera realiza escaletas (una herramienta del oficio donde se delinean cada uno los acontecimientos de la historia). "Voy directo a la página. Una escaleta no sirve, porque no te habla de emociones, de detalles, de sutilezas, y ahí es donde se juega la serie", explica. Y agrega: "Los argumentos de los capítulos son bastante simples, lo que realmente importa es el cómo, no el qué, y el lograr o no lograr las emociones". Cada capítulo se demora unas dos semanas en estar listo y el guionista dice que escribe "mañana, tarde y noche". "Tengo un método de trabajo que no es recomendable, y no trabajo así en otras cosas, porque es como para volverse loco", reconoce sobre su dedicación a los capítulos.

Honestidad. Verosimilitud. Emoción. Son palabras recurrentes a la hora de hablar de sus preocupaciones sobre la historia y los personajes. Y un tema de fondo: "Me gusta mucho explorar en la condición humana, tratar de entender al ser humano, sin tener respuestas ni ideas preconcebidas".

En cuanto a las inspiraciones, dice que se trata de una mezcla de elementos, y mucho de estar dispuesto a "observar de verdad". "Lo que sí está muy presente es el tipo de entorno social y cultural en el que crecí, que sí es muy similar al de los Herrera. Pero no es tan autobiográfica como se podría pensar", dice sobre la serie. Aunque afirma que, sobre todo en Los 80, no trabaja demasiado con referentes cinéfilos, sí reconoce una influencia: la cinta El ladrón de bicicletas y el neorrealismo italiano. "Ahí sí hay una vinculación, una cosa que se emparenta con Los 80. Además, yo sé que a la hora de dirigir, Boris (Quercia) tiene una sintonía con eso".

Y aunque dice que está acostumbrado a simplificar para facilitar la ambientación, en el tercer ciclo sí tuvo un tema pendiente: las aventuras de Martín (Tomás Verdejo) en los conciertos de bandas de ese momento, como Los Prisioneros. "Tenía pensado llevar a Martín mucho más por ese camino, y eso me frustró un poco", reconoce. Una escena en particular que debió eliminar fue la de un concierto en el Estadio Chile, en 1986, y que, además, calzaba con las fechas.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.