Las peripecias de los pichangueros chilenos en París

<P>La selección de jugadores en riesgo social disputa el torneo mundial de Fútbol calle.</P>




¿Cuándo iba a pensar el "Jack Sparrow", que hasta hace un mes limpiaba vidrios de autos en la esquina de Cumming con Balmaceda, que en la tribuna instalada en Champs de Mars estaría sentado el ex campeón del mundo Emmanuel Petit mirando sus cachañas? ¿Cómo iba a saber Víctor Escobar, que hasta hace poco jugaba pichangas en la tierra de la población Pablo de Rokha, de La Pintana, que tendría a la imponente Torre Eiffel como telón de fondo cuando le tomaran fotos de sus regates? ¿Habrá imaginado Sebastián Seida que sería el goleador chileno en tierras galas, tal como alguna vez Marcelo Salas clavaba el balón con esa zurda mágica, hace ya 13 años? Tal vez en sueños.

Pero sí, lo están haciendo. Esa "Roja" de la calle, de unos pocos indigentes y otros más jugadores poblacionales, está haciendo de las suyas en París, donde otros 64 equipos disputan la Homeless World Cup.

Primero pasó Croacia. Goleada a los balcánicos por 11 a 4 el domingo, con el capitán Gustavo Rojas tomando las riendas y Seida rompiendo las redes.

Siete contra cinco les dieron a los rusos el lunes en la mañana. En la tarde les faltaron el respeto a los españoles. Qué pergaminos del Barcelona, qué campeonato mundial en Sudáfrica. Los hispanos de la calle se llevaron 16 goles de la "Roja" para la casa y no metieron ninguno en el arco nacional.

El martes fue una rutina: 14-1 a Finlandia y 12-0 a Hungría. "Me encantó el juego colectivo de Chile", afirmaba Petit, compañero de Zidane en Francia 98.

Pasaron Austria, Costa Rica, Inglaterra y República Checa. Ninguna derrota para los chilenos en segunda fase. Un baile.

Con sed de triunfo

No todo es balompié para la selección criolla. Ayer en la mañana, el plantel se reunió con Jorge Edwards, embajador de Chile en Francia, y luego fue la tumba de Napoleón Bonaparte la que los dejó boquiabiertos. Faltaban pocas horas para jugar el paso a cuartos de final.

Lo lograron, superando a Costa Rica por 5 a 4, pero la lluvia parisina de verano les aguó la fiesta de ser primeros, pues los acompañó en la primera derrota del torneo (2-4), ante Nigeria. Ahora será Kenia el rival a vencer si quieren llegar a semifinales y, luego, a la cumbre de este torneo, que el año pasado estuvieron a punto de conquistar, pero que se les escapó de las manos ante el mismo rival que asoma como favorito: Brasil.

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