Las precarias condiciones en que se realizó la exhumación en 1990
La posibilidad de aclarar las causas de la muerte del Presidente Allende radicaría en dos frentes, según el tanatólogo uruguayo Hugo Rodríguez. Primero, en las dudas sobre el supuesto segundo disparo, cuya prueba podría estar en el fragmento de cráneo que figura en el informe de la autopsia. Lo segundo, dice el profesional, es que dicho fragmento no sea encontrado debido a que la exhumación secreta de los restos, realizada el 17 de agosto de 1990 en el cementerio Santa Inés, en Viña del Mar, no se hizo con especialista forense alguno, sino que con empleados del camposanto que se dedicaban a reducir restos, por lo que podrían haber sido mal manipulados. "Cualquier exhumación hecha de noche y sin especialistas es un riesgo de perder esta evidencia", dijo sobre las condiciones en que se realizó el procedimiento. Agregó que "lo más importante es preservar y documentar la evidencia", lo que no se habría hecho, según el reportaje.
Enrique Correa, ex ministro secretario general de Gobierno y presente en dicha exhumación, sostuvo que "no había peritos expertos porque (la exhumación) no tenía como objeto sino llevar a cabo el funeral (de Estado que se realizó)", y que no cree que pueda haberse cometido algún tipo de error por la falta de especialistas.
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