Las preguntas más complicadas (de responder)en una entrevista de trabajo

<p>¿Y qué me puede decir de usted? ¿Le han hecho esta pregunta cuando busca empleo? Las preguntas laborales pueden ser bastante complejas si no está preparado. Esta es una guía de aquellas que más nos incomodan y cómo responderlas, según los mismos <i>head hunters</i>.</p>




CAMBIAR de trabajo es una de las tantas metas que muchos se ponen a fin de año. Tanto, que el 86% de los encuestados pretenden hacerlo, según un reciente sondeo de Laborum.com. Y sin ir más lejos, ya el 44% de ellos ha concurrido a entrevistas laborales. Muchos ya se saben de memoria qué decir, pero no falta esa pregunta capciosa que lo deja en blanco. Esa en la que tiene que reír para ganar tiempo, mientras medita la respuesta correcta. Acá le mostramos una guía de las preguntas que más nos incomodan y nos cuesta responder para que no le vuelva a ocurrir. No se preocupe, los mismos head hunters le aconsejan qué quieren escuchar de usted.

¿Me puede hablar de usted?

Difícil forma de romper el hielo. Es tan amplia la pregunta, que usted no sabe qué contestar. Y ese es el problema: es probable que caiga en respuestas poco fructíferas. Por ejemplo, los clichés: “soy proactivo, autoexigente y buen líder”. Evítelo. Así lo aconseja María Eugenia Bonfanti, subgerente de Selección en Laborum. Tampoco aproveche la oportunidad para hablar de las personas influyentes que usted conoce (según Bonfanti mucha gente lo hace). Y por ningún motivo hable de su historia personal. Según dice a Forbes Jana Fallon, vicepresidente de reclutamiento de la empresa Prudential, hay que evitar la vida familiar o pasatiempos de fin de semana. Se debe enfocar en cuatro temas: infancia, educación, historia laboral y experiencia reciente, haciendo énfasis en este último punto. Y lo más importante: que su respuesta no exceda los dos minutos.

¿Por qué hay un vacío en su CV?

Primera respuesta: el titubeo. Porque claro, creemos que si confesamos un despido, perdemos el empleo. Según Mariela Ardizzone, directora de Selección de Adecco, hay que complicarse menos y dejar de lado el prejuicio. "Si estuvo dos años en un trabajo y tres meses en otro, puede ser un problema puntual. Se analiza el contexto", dice. En vez de dar explicaciones, enfóquese en todas las actividades free lance y voluntariados que realizó durante ese período. "Si le hizo la auditoría a un amigo, dígalo, no lo menosprecie", aclara Bonfanti.

¿Ha tenido algún problema con su jefe?

Esta es de esas preguntas tramposas. Su respuesta debe centrarse en contar cómo resolvió el conflicto o los intentos que hizo. Esa respuesta es la que buscan. “En el trabajo siempre puede haber una relación que no es buena. Lo que nos interesa es notar que agotó todos los cartuchos para mejorar la relación, buscar soluciones y no irse a la primera sin intentar resolverlos”, dice Karina Pérez, directora de Operaciones de Robert Half.

Ojo. Tenga en cuenta que si le hacen preguntas como si tuvo que desafiar a su jefe o qué cambiaría de su trabajo, la respuesta apunta a lo mismo: la resolución. No cometa el error de hablar mal de los jefes, compañeros de trabajo o de la compañía. “Lo mejor es decir que se tenían visiones o estilos diferentes. Decir que no soportaba a una persona juega en contra. Es un don requerido para puestos gerenciales saber manejar a los jefes”, comenta Lucy Krell, socia de CTPartners.

¿En qué ha fracasado?

No quiera parecer perfecto. Lo peor en esta respuesta es que diga que nada ha sido tan dramático y que se demore o responda banalidades cuando le pregunten qué aprendió de ese momento. Lo que quieren saber es si usted tiene capacidad de resiliencia. “La humildad y el aprendizaje son clave para un trabajo. Nuestros clientes nos han solicitado personas con energía, pero con heridas en el cuerpo. Necesitan alguien que falló y entendió el porqué”, comenta Krell.

¿Qué me diría otra gente de usted?

La persona de la pregunta varía: el jefe, los compañeros de trabajo, la persona que no le cae tan bien, pero la respuesta está dirigida a un solo foco: su autopercepción. Evite disfrazar lo malo. "Hay muchos que comentan algo negativo, seguido de un lado positivo como 'soy un jefe duro, pero aprenden mucho conmigo'", dice Krell. Puede decir aspectos buenos y malos, sin disimular. No olvide que los head hunters lo notan. Y no las evite. Dígalas. Pérez recomienda hacerlo simplemente porque demuestra humildad.

¿Qué aspecto de su personalidad trabajaría?

Entienda: es aspecto de la personalidad. No elija un curso de inglés intensivo o una capacitación. Bonfanti dice que esa es la típica respuesta. Pero lo que le están pidiendo es que mencione sus debilidades. Claro, se las preguntan de otra forma para que usted no diga esos tres defectos que ya tiene más que memorizados.

¿Dónde se ve en cinco años más?

La pregunta se hace más difícil si es su posible jefe quien la hace. No sería nada bueno decirle que le gustaría estar ahí mismo, en el puesto dónde está él. ¿O no? Equivocado. Según los head hunters sería una buena respuesta. "Nadie quiere sonar amenazador, pero es bueno decirlo porque eso demuestra que la gente tiene ganas de tener más responsabilidades", dice Krell. Lo bueno, dice Ardizzone, es siempre verse en un cambio.

¿Por qué deberíamos contratarlo a usted y no a otros?

"Es una buena pregunta". Es la afirmación que suelen hacer los entrevistados. Para ganar tiempo, obvio. Pero no titubee. Esta es su oportunidad para venderse, aunque, según Pérez, por no más de tres minutos. Pero, otra vez, no salga con eso de "soy proactivo, autoexigente y buen líder". Céntrese en sus habilidades ligadas con el puesto de trabajo y las experiencias que avalan esa habilidad. Por ejemplo, su capacidad de gestión. Lo ideal es no sonar cliché. Porque los head hunters están cansados de esas respuestas.

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