Las razones por las cuales el Simce de Lectura cayó 15 puntos en octavo básico

<P>La Agencia de Calidad dio a conocer resultados, en esta área y matemática, entre 2013 y 2014.</P>




La OCDE calificó a Chile como el segundo país que más había avanzado en lenguaje en la prueba Pisa, entre los años 2000 y 2009. Un auspicioso indicador que, sin embargo, se contrapone con los resultados Simce en lectura, medidos entre los años 2004 y 2014, período en el cual se registró una baja de 11 puntos. La caída en esta área se explicaría porque en la última medición, efectuada entre 2013 y 2014, los alumnos de octavo básico bajaron 15 puntos en su rendimiento, alcanzando 240 puntos promedio (ver infografía), según datos de la Agencia de la Calidad de Educación.

Se trata de una variación, de un año a otro, que fue calificada como "atípica" por el secretario del organismo, Carlos Henríquez: "Hicimos las pruebas (...) y resultó que la medición no es más difícil: además, comparando las preguntas de anclaje -que se repitieron de un año a otro -la variabilidad es la misma. Encontramos que esta baja es atípica porque no se ha dado en todos los años del Simce. Por eso, llamamos a la cautela. Tenemos que revisar con mayor detalle en una agenda de trabajo qué significa este resultado. Es importante reflexionar, también, qué está pasando en términos de hábitos de cultura".

Para muchos expertos la baja del Simce de lenguaje en ese nivel es considerada como una "rareza". Uno de ellos es el director del Mide UC, Jorge Manzi: "No conocemos ningún sistema escolar que pueda provocar estos cambios en un año. Doy por hecho que la Agencia ha hecho los chequeos correspondientes, pero esto tiene que ver con las condiciones que hacen imposible la comparación de puntaje".

Manzi explica que cualquier modificación, tanto metodológica como conceptual, podría influir en los resultados. "Para que los puntajes sean comparables se tienen que cumplir una serie de condiciones. Algunas son, por ejemplo, que las pruebas tengan el mismo tipo de preguntas y que se hayan construido con el mismo curriculum. Si cambia el marco curricular o cambia el curso de la prueba, que es algo que está ocurriendo, se debilita la comparabilidad", indicó. Se refiere al ordenamiento de colegios, que actualmente está en marcha blanca.

La opinión es compartida por la investigadora del Ceppe de la U. Católica, Lorena Meckes, quien también presidió la comisión Simce encargada por el gobierno: "Lo más preocupante es que la baja de puntajes es más acentuada para el grupo socioeconómico bajo. El equipo de tarea sugirió que era recomendable establecer un programa de monitoreo de la compatibilidad de las pruebas, especialmente en el escenario de cambios curriculares y de cambios de los instrumentos, para asegurar la compatibilidad de los resultados".

Una postura que comparte el experto del CIAE de la U. de Chile, Juan Pablo Valenzuela, quien señaló que "probablemente, haya un tema del diseño de esa prueba de ese año, que tuvo algún tipo de dificultad, y que no nos esté diciendo información válida".

Diseño de las pruebas

Las pruebas Simce se diseñan en base al curriculum nacional para cada nivel de enseñanza. Esto, a juicio de Carlos a Henríquez, de la Agencia, le agrega un mayor grado complejidad: "Es importante tener un mejor curriculum, pero también lo es tener estabilidad. Más allá de nuestras mediciones, lo que importa es el apropiamiento curricular por parte de los profesores. Desde ese ámbito, por ejemplo, se requiere que éste se vaya monitoreando".

El sistema escolar chileno cuenta en estos momentos con dos curriculum vigentes distintos. Desde primero a sexto básico, los profesores hacen clases en base al cambio en las bases curriculares que gestionó el gobierno de Piñera. En cambio, de séptimo a cuarto medio corre para algunas asignaturas el ajuste curricular impulsado en 2009.

Otro punto a considerar es que los colegios no alcanzan a pasar toda la materia del curriculum. Según Luz María Budge, consejera de Agencia , la cobertura curricular es incompleta "para prácticamente todas las asignaturas y en todos los colegios. (…)En lectura, por ejemplo, redacción va quedando rezagada porque es un aprendizaje que va lento".

Nivel socioeconómico

Los resultados también mostraron otros fenómenos entre 2004 y 2014. En el caso de lenguaje, pero para segundo medio, la brecha por nivel socioeconómico se acortó en 12 puntos, alcanzado una diferencia entre los alumnos más vulnerables y los acomodados de 67 puntos. Esto se explica, principalmente, porque el puntaje de los últimos cayó.

Para Valenzuela, además, hay otro problema: "Los logros que se alcanzaron en segundo medio se han estabilizado (…) Lo mismo en octavo. En una década se observa el mismo desempeño en lectura". Una realidad de la que está consciente el Mineduc: "Se requieren políticas activas en enseñanza media", dice Carlos Henríquez.

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