Las respuestas de la ciencia a los dilemas cotidianos
<P>Prefiera la pizza a la comida china; el té al café y la fruta al jugo de frutas... ¿cierto que alivia un poco tener resuelto este tipo de dilemas para esos momentos cuando el ánimo no acompaña y la duda arrecia?</P>
¿Té o café?
Un estudio de 2008 realizado por investigadores de la U. de Curtin, en Australia, buscó resolver la clásica pregunta de todas las mañanas y decantaron por el té. "Creemos que es mejor", responde a La Tercera Colin Binns, investigador del estudio. El informe australiano reveló que son sus propiedades para prevenir varios tipos de cáncer y problemas cardiovasculares las que hacen que la balanza se incline hacia el té. Pero eso no es todo. Con el café se ponen en marcha las glándulas suprarrenales, las que desencadenan la liberación de cortisol (la hormona del estrés). Y bajo esa mirada, quizás, esa no sea una buena manera de partir el día.
Respuesta: Té
¿Ejercicio en la mañana o en la noche?
Trotar antes o después del trabajo. Si usted es de esos deportistas espontáneos y entusiastas, pero no una persona dedicada al entrenamiento intenso, la mañana es la respuesta. Primero, porque como explica Roberto Negrin, especialista en medicina deportiva de Clínica Las Condes, el ejercicio matinal permite que la sensación de bienestar se prolongue por todo el día gracias a las endorfinas que se liberan. Pero hay más, diversos estudios han mostrado que quienes hacen sus rutinas en la mañana tienen menos posibilidades de desertar. Y que el ejercicio en la noche puede afectar el sueño.
Ahora si su tema es el alto rendimiento, una investigación de la U. de Arizona, Estados Unidos, concluyó que los deportistas de alta competencia reportan más energía y mejores resultados al final del día. ¿El motivo? La temperatura corporal, uno o dos grados más baja durante las tres primeras horas después de despertar, provocando menos fuerza y flexibilidad muscular. ¿Las mejores horas? Entre las dos y seis de la tarde.
Respuesta: Mañana
¿Jugo de frutas o de frutas?
Otro de esos dilemas matutinos. Y la subdirectora de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, Karen Basfi-fer, tiene la respuesta: "Lo mejor es la fruta. Porque tiene toda la fibra intacta". Este factor hace que demande un mayor trabajo digestivo, moderando el aumento de la glicemia al consumirla. Además, el masticar estimula el efecto de saciedad y hace comer menos. Por último, la fruta hecha jugo muchas veces se oxida con el paso del tiempo y pierde la vitamina C que contiene. Basfi-fer dice que lo ideal es que un jugo no pase más de 10 o 15 minutos entre que se exprime y se consume. Ahora, si usted estaba pensando en jugos de caja, peor aún. Debido a que al no tener la fibra de la fruta limitan la absorción del azúcar del organismo, proceso que se hace solamente a través del hígado. En pruebas con ratas se probó que si el azúcar llega al hígado con una cantidad y velocidad suficientes, este órgano la convierte casi íntegramente en grasa, lo que a la larga lleva a sufrir resistencia a la insulina.
Respuesta: Fruta
¿Caminar o correr?
Acá los especialistas se inclinan por la caminata. Al igual que los investigadores de la U. de Washington, quienes revelaron en un estudio que las velocidades con que se trota o camina afectan la quema de calorías. La clave está en el ritmo. Las personas que caminan a velocidades superiores a cinco kilómetros por hora queman energía a una tasa igual o superior que quienes corren a la misma velocidad. Otro factor son las lesiones. Una investigación publicada en el Clinical Journal of Sports Medicine mostró que los corredores son más propensos a sufrirlas. Tal cual. Mientras quienes caminan pueden tener lesiones crónicas pero leves, como calambres o fascitis plantar; los corredores se exponen a esguinces, distensiones o fracturas. Justamente por ese factor, Roberto Negrin se inclina por la caminata rápida.
Respuesta: Caminar
¿Pizza o comida china?
El trabajo, estudio o cuidado de los niños ha hecho que la frase "entonces pidamos algo a la casa" se transforme en un clásico. Y, acto seguido, viene el debate familiar: ¿pizza o comida china? Y la respuesta la entrega un análisis hecho anteriormente para La Tercera por especialistas de las universidades de Chile y Diego Portales y de la Clínica Las Condes, que reveló que la pizza acarrea menos calorías que la comida china. A saber. Un menú promedio de wantán, un arrollado primavera, media porción de carne mongoliana, media porción de chapsui de pollo, una taza de arroz chaufán y una bebida suman 1.482 calorías. Mientras que cuatro pedazos de pizza y medio litro de bebida significan "solo" 1.385 calorías. Pero ojo con los delivery. Una reciente investigación de la U. de Rochester analizó 160.000 pedidos en pizzerías estadounidenses y descubrió que cuando se elige por teléfono se piden platos 15% más complejos, 4% más caros y 6% más calóricos. ¿La razón? No hay vergüenza de caer en excesos.
Respuesta: Pizza
¿Una copa de vino o una lata de cerveza?
Estudios han mostrado que las dos bebidas comparten beneficios debido al etanol saludable que contienen. Ambas previenen enfermedades cardiovasculares, Alzheimer y entregan mayor densidad mineral ósea. Pero la gran evidencia científica de los beneficios del vino hace que la balanza se incline hacia su lado. "El vino tinto tiene un mayor contenido de antioxidantes que la cerveza y existe una amplía evidencia científica que respalda los beneficios que tiene para la salud", dice Paulina Jiménez, nutricionista del CNMEC de la U. Católica y de Fundación Alimenta. Y este juicio es compartido por la mayoría, como mostró un estudio de la U. de Maryland que reveló que 56% de las personas cree que el vino es saludable, contra solo 16% que dice lo mismo de la cerveza.
Respuesta: Vino
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