Ley Corta de Gratuidad
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Señor director:
La acusación presentada por la derecha al TC y su resolución, y los ajustes de último minuto realizados por el Gobierno, son reflejo de dos características de la política chilena: que está cerrada con candados autoritarios heredados de la dictadura, haciendo difícil los cambios sin negociaciones con la derecha y sectores conservadores. Segundo, la leyes en Chile son construidas por una élite que legisla según los intereses de una minoría por sobre los intereses del país.
La ley corta de gratuidad 2016 es el resultado de una negociación forzada entre intereses económicos y políticos que no resuelven los principales problemas del país asociados a la educación, como la ampliación de la desigualdad social, el endeudamiento forzado de los estudiantes, fuga de recursos públicos a instituciones que lucran o ausencia de un marco regulatorio que asegurare calidad y sustentabilidad.
Tampoco considera demandas históricas del movimiento social, como son la afirmación de la educación como un derecho social -asegurada por el Estado mediante un sistema público de educación gratuita, sin discriminación económica- ni la definición de un marco regulatorio para las instituciones, que establezca condiciones mínimas de existencia y en el caso de las instituciones privadas dé criterios claros para la asignación de recursos públicos, eliminando el mercado de la educación a partir del fortalecimiento de elementos como la calidad, democracia interna, prohibición de lucro y transparencia, por mencionar solo algunos.
Es urgente abrir estas decisiones a las grandes mayorías, no podemos seguir dejando la resolución de estos problemas a los mismos de siempre, Chile debe decidir su educación.
Bastián Castro Jerez
Vocero Zonal Norte Confech
Presidente Federación de Estudiantes U.de Antofagasta
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