Libro de ex Navy Seal revela duros entrenamientos para entrar al grupo de elite

<P>El texto cuenta los secretos de la unidad que estuvo encargada de la captura de Osama bin Laden.</P>




"Cuando la Marina norteamericana envía a su elite, envían a los Seals. Cuando los Seals envían su elite, ellos envían al equipo 6 de los Seals". Con estas palabras el ex marino norteamericano Howard Wasdin, comienza su libro, Equipo Seal 6: memorias de un francotirador de la elite de los Navy Seal, en el cual relata su experiencia en el duro entrenamiento necesario para ser parte de este grupo.

Hasta el domingo pasado la unidad 6 de los Navy Seals era relativamente desconocida. Pero con la captura de Osama bin Laden, la curiosidad por este grupo se disparó. Según los expedientes militares oficiales, este equipo de hombres altamente entrenados, simplemente no existe y los nombres de sus miembros permanecen en secreto.

En su libro, que fue escrito en conjunto con el veterano de la Marina, Stephen Templin, Wasdin detalla la dura preparación, que incluye un entrenamiento de seis meses en Colorado y la llamada "semana del infierno", donde los aspirantes duermen cuatro horas durante cinco días en los que pasan corriendo, nadando y arrastrándose por el barro en distintos ejercicios y pruebas extremas. Según el diario El Mundo, el 80% de los aspirantes no consigue finalizar el entrenamiento.

La publicación original de este libro estaba prevista para el 24 de mayo, pero ha sido tanto el interés luego de la captura de Bin Laden, que el lanzamiento tuvo que ser reprogramado para los próximos días. En un extracto para la revista Vanity Fair, Wasdin -quien resultó herido en la Batalla de Mogadiscio en Somalia, que inspiró el libro y la película Black Hawk Down- cuenta que sus compañeros de entrenamiento eran "impresionantes". Entre ellos se encontraban un triatleta y un jugador de fútbol americano universitario. Desde su perspectiva, todos parecían verdaderos "caballos de carrera", lo que lo llevó a preguntarse durante el primer día, ¿qué diablos hago aquí?

La mayoría de los entrenamientos eran altamente peligrosos, y las heridas ya eran algo común. Mientras la práctica aumentaba, los peligros también. Y, por lo mismo, el número de compañeros de Wasdin fue disminuyendo. "El tormento continuaba cada día. Corríamos más de un kilómetro sólo para comer. Nunca teníamos tiempo para recuperarnos antes de que llegara la siguiente evolución", explica Wasdin.

Además de lo físico, los entrenadores los sometían a un constante acoso verbal. Cada uno de nosotros tenía un talón de Aquiles", escribe Wasdin. "Los instructores eran sobresalientes para encontrarlo". Su punto débil: las corridas de seis kilómetros en la playa usando pantalones largos y botas de combate. Fue en plena "semana del infierno" cuando Wasdin estuvo a punto de retirarse. "Los instructores calculaban la temperatura del aire y del agua con el tiempo en el que nos quedábamos en el agua, para hacernos pasar el mayor frío posible sin causarnos daño permanente o la muerte", explica el ex Navy Seal.

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