Libro rescata fotos inéditas de los terremotos de Valparaíso, Chillán y Valdivia
<P>El Museo Histórico Nacional publica un volumen con 200 fotografías de los más grandes sismos del siglo XX en Chile. Además se recogen testimonios del siglo XIX, incluyendo uno de Charles Darwin sobre el terremoto de Concepción de 1835.</P>
"El suelo está atravesado por grietas, las rocas sólidas parecen temblar... Estoy muy contento de haber llegado a Concepción poco después del terremoto: es uno de los espectáculos más interesantes que he visto desde que salí de Inglaterra". Este extracto de una carta de Charles Darwin a su hermana Caroline permite dimensionar la magnitud del sismo de Concepción de 1835 y es uno de los testimonios que ilustran el libro Terremotos en Chile, del Museo Histórico Nacional.
Las imágenes del texto muestran las calles Errázuriz y Cochrane y la Plaza Sotomayor de Valparaíso tras el fatídico sismo del 16 de agosto de 1906. En las fotos, se aprecian dos saqueadores fusilados por el capitán de navío Luis Gómez Carreño, jefe de plaza que se hizo cargo del puerto durante el estado de sitio. También se ven las fachadas incendiadas y a punto de caer, personas deambulando sin rumbo, armando carpas entre los escombros y sacando sus muebles a la calle. Los testimonios relatan que a las 19.30 horas de ese día la lluvia caía sobre Valparaíso. A las 19.58, un temblor resquebrajó y desplomó edificios cuyas murallas aplastaron a los transeúntes. Una espesa nube de polvo se levantó y las calles se agrietaron. Luego, un silencio angustiante se apoderó de la ciudad.
A las 20:07 comenzó un segundo sismo más fuerte que el anterior y que duró dos minutos. Las construcciones que no habían caído sucumbieron y los cerros cedieron por completo arrastrando casas y personas. Los muertos fueron 3 mil y, producto de la caída de braseros comenzaron numerosos incendios. Las llamas arrasaron la ciudad y se distinguían a 34 km. Los bomberos pudieron hacer poco, pues no había agua. Se estima que la magnitud fue de 8,6 en la escala de Mercalli y las réplicas cesaron un mes después.
El libro también muestra al Presidente Pedro Aguirre Cerda recorriendo Chillán tras el terremoto del 24 de enero de 1939. Eran las 23:32 horas y la ciudad sufrió uno de los sismos más mortíferos del que se tuviera registro hasta entonces. Buena parte de sus antiguos edificios de pesado adobe estaban en el suelo. La nube de polvo de las murallas pulverizadas demoró días en desaparecer. La cifra de muertos alcanzó las 30 mil personas y por la gravedad de la situación, se llegó a un acuerdo político para crear la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo).
El capítulo dedicado a Valdivia exhibe fotos de autos aplastados por derrumbes, campos inundados por el maremoto y casas a la deriva. El primer golpe fue el 21 de mayo de 1960. Un fuerte sismo afectó a Concepción. A las 15:11 del día siguiente, mientras los valdivianos descansaban tras el almuerzo del domingo, la ciudad fue víctima del sismo más alto registrado en la historia de la humanidad. Diez minutos después llegó una ola de ocho metros de altura que azotó la costa a 150 km por hora. Una segunda ola de 10 metros completó la obra destructora de los sismos. La cifra de muertos fue de 12 mil.
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