Lifan crece en el mundo y proyecta sus ambiciones en América Latina

<P>El primer fabricante chino con capitales privados apuesta a elevar su participación internacional durante el próximo lustro, con la apertura de nuevas plantas y el lanzamiento de hasta ocho modelos.</P>




Cuando se analiza el origen de los fabricantes de autos chinos, en general la historia es muy parecida para todas las marcas: empresas formadas con capitales del Estado que se asociaron con marcas internacionales para abastecer al mercado local. Por eso llama la atención el caso de Lifan.

En 1992, y con un capital inicial de US$ 25 mil, el joven Yin Mingshan decidió arriesgarse en la industria del transporte e invertir en una oficina de motocicletas, que con los años se convertiría en el Grupo Lifan, conglomerado que hoy cuenta con importantes inversiones en la industria de automóviles, investigación y desarrollo, bienes raíces e, incluso, su propio equipo de fútbol, todo dirigido personalmente por su fundador.

Al ser una de las más importantes firmas privadas de China, Lifan cuenta con capacidad para decidir internamente sus movimientos. "Desde 2010 Lifan transa sus acciones en la Bolsa de Shanghai, siendo una de las primeras compañías privadas en alcanzar este honor", asegura Yin Mingshan, presidente del grupo Lifan en entrevista con La Tercera.

Si bien cuenta con fábricas en China, desde el inicio Lifan se ha enfocado en abrirse camino hacia mercados internacionales, a los que llegó primero con sus motos y motores de diversa índole, para más tarde incorporar su línea de vehículos de pasajeros y comerciales livianos.

De ahí la importancia de externalizar la fabricación, con plantas en Egipto, Rusia y Vietnam, a las que ahora se sumó una nueva instalación en Uruguay, enfocada a producir vehículos para el Mercosur, excluyendo a Chile.

"Nosotros estamos enfocados en llegar a mercados emergentes, donde sabemos que podemos crecer. Por eso también nos gustaría abrir un centro de investigación y desarrollo en Brasil, para analizar mejor como adaptar nuestros autos al mercado local", asegura Yin Mingshan, quien agrega que "Hoy tenemos más de 10 modelos distintos circulando en China, pero de ellos se exportan sólo algunos, dependiendo de la demanda de cada mercado específico", puntualiza.

Así, y con una capacidad de producción de 250 mil autos anuales, de los cuales se exporta casi un 50%, una nueva oleada de modelos de la marca hará su arribo a los mercados internacionales los próximos dos años.

Para 2014 debería debutar la nueva generación del sedán 620, que pasará a llamarse 630, y que llegará con un completo rediseño, a él se sumarán el buque insignia 820, que todavía está en fase de conceptual, y un MPV orientado a la familia. En tanto, 2015 será dedicado a los crossovers, con los modelos X40, X50 y X80, que cubrirán la demanda de los distintos segmentos.

El panorama en Chile

Al igual que en el resto del mundo, la estrategia de la marca en el país es incrementar su posicionamiento y visibilidad, ampliando la gama de modelos y renovando algunos que ya llevan un tiempo en las calles locales.

"Para este año esperamos vender cerca de 2.500 unidades, casi el doble de lo que entregamos durante 2012, y de ellas, unas 1.300 deberían corresponder a vehículos de pasajeros", asegura Matías Orrego, gerente comercial de la marca importada por Sodivem, quien además puntualiza que "no sólo queremos poner más autos en la calle. La idea es brindar un servicio de posventa de la más alta calidad, siempre pensando en facilitar la experiencia de nuestros clientes".

Con esto, al recién lanzado 530, se sumarán nuevos modelos que revitalizarán el line up de Lifan.

Dentro de los próximos meses, el hatchback 320 sumará nuevos kits estéticos para sus tres versiones disponibles, a la espera del arribo de la renovación del modelo, el 330, que debería llegar a finales de este año a territorio nacional.

A él se sumará el sedán 720, que introducirá a la marca al ansiado segmento D. En vehículos comerciales en tanto, habrá una nueva pick-up con motor bencinero de 1.3 litro, orientada a las pequeñas empresas y transportistas.

Esto es sólo parte de lo que planea Lifan para los próximos años. "Estamos muy entusiasmados con el gran potencial que tiene Chile y con lo que se puede hacer en este competitivo mercado, y es por esta razón que estamos dispuestos a hacer nuestro mejor esfuerzo", asegura Yin.

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