Llega a Chile el celebrado documental de Banksy, el grafitero más famoso del mundo

<P>Este domingo se estrena el filme preseleccionado al Oscar en el marco del Festival In-Edit.</P>




En algún momento de su mediática carrera, el grafitero Banksy dice haber sentido una recurrente frustración que los artistas de museo no conocen: desconocer la inmediata respuesta del público tras sus intervenciones artísticas. El método de crear y arrancar de la policía, propio de un grafitero, le impedía observar los rostros de sorpresa, alegría o enojo del transeúnte común. Fue para conocer tales expresiones que, según cuenta en el documental Exit through the gift shop, aceptó el supuesto registro fílmico de un francés llamado Thierry Guetta.

La cinta plantea que durante tres años, Guetta siguió los pasos del británico Banksy y le mostró las tomas de sus intervenciones en calles y espacios públicos. El parlanchín y autodidacta documentalista francés lograba al mismo tiempo un premio mayor en su tarea de grabar a algunos de los artistas callejeros más importantes del mundo. Banksy es famoso por su secretismo y solo Guetta accedió a que hablara en cámara, aunque con la voz trucada y el rostro borroso o en penumbras.

Todo este proceso es exhibido en el filme Exit through the gift shop, que se estrena este domingo, a las 21.30 horas, en el marco del cierre del Festival In-Edit en el Teatro Nescafé de las Artes. La película fue preseleccionada para el Oscar al Mejor Documental 2011 y hay que decir que también es una muy ingeniosa tomadura de pelo. Es probable que Guetta haya sido parte de su show y que se lo contactó para efectos de crear la cinta.

Según se plantea en el documental, Guetta creó un trabajo fílmico mediocre a partir de los registros de las intervenciones callejeras que le hizo a Bansky y éste, para salir del paso, decidió reinventar el material. El resultado, entonces, es Exit through the gift shop.

Sea verdad o mentira lo de Guetta, el largometraje ha sido celebrado desde que se presentó en los festivales de Sundance y Berlín a principios de año. En la cinta, Banksy aparece como un artista con ideas claras y Guetta, a menudo, como un loco.

La película de Banksy tiene al menos tres grandes méritos: mostrar en cámara a un artista famoso por su carácter reclusivo, dar cuenta a través del personaje de Guetta del fanatismo y exhibir a otros artistas callejeros de renombre. De acuerdo a lo que se ve, el francés sigue a Banksy a cualquier parte con tal de lograr tomas de su ídolo, transformándose en su chofer y guardaespaldas.

Un momento revelador es cuando el británico instala un muñeco inflable vestido como preso de Guantánamo en una montaña rusa en Disneylandia. La cámara de Guetta (haya sido un real fanático o un amigo de Banksy) muestra cómo súbitamente paran los juegos y luego se escuchan voces de precaución en los altavoces. La alegría del parque de diversiones se convierte en tensión. El aire se corta con tijera. La incomodidad es un efecto clásico de las intervenciones callejeras de Banksy y el filme da cuenta de lo sucedido en aquel incidente.

También se ve a Guetta registrando las reacciones de los transeúntes londinenses al toparse con otra obra de Banksy: una cabina telefónica doblada por la mitad en medio de la calle. "Es un evidente trabajo de Banksy, muy en su estilo", dice alguien aludiendo al efecto sorpresa de sus intervenciones. "Creo que alguien está enojado con la compañía de teléfonos", comenta una mujer a la que la situación le provoca risa.

Los ricos y famosos también juegan un rol importante, como signo de que cierto arte callejero se transa alto y está de moda. La cámara de Guetta informa de una muestra del inglés en Los Angeles, donde Brad Pitt y Jude Law pasean en medio de un gigantesco elefante pintado de rosa por Banksy. La prensa se agolpa y las organizaciones proanimales protestan.

Gran representante del grafiti creativo y artista del asalto pictórico a las paredes, Banksy se hizo famoso además con sus pinturas de spray en uno de los muros de Cisjordania. En el filme se ve cómo lo suyo no es un trabajo de niños, sino que en un afán de perfección se vale de un gran equipo de ayudantes, de camiones y, sobre todo, de una rapidez a prueba de cualquier llamada a la policía.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.