Llega la obra de Martín Chambi, pionero de la fotografía social en Perú

<P><I>El fotógrafo indígena retrató el Cusco de inicios del siglo XX y como reportero gráfico viajó a Bolivia, Argentina y Chile. Su trabajo llegó a exhibirse en Nueva York, Francia y España. Ahora desembarca en el Centro Cultural Las Condes, con 90 imágenes, incluidas tres de Santiago y Valparaíso de los años 30.</I></P>




arecía que el destino de Martín Chambi Jiménez (1891-1973) estaba marcado por su origen rural e indígena: hijo de una familia de campesinos quechua, a los 14 años entró a trabajar a una compañía inglesa, dueña de varias minas de oro en Carabaya, al norte del lago Titicaca. Su historia pudo haber terminado ahí, como mano de obra barata, si no hubiera sido por el fortuito encuentro que tendría con el fotógrafo de la compañía, quien le mostró las maravillas de la cámara oscura. Chambi quedó deslumbrado, y a la primera oportunidad que tuvo se lo hizo saber a su padre: "'Quiero ser fotógrafo', le dijo. Cualquiera se habría negado, pensando que lo más apropiado era continuar de obrero y ganar dinero, pero ahí se produjo el milagro: su padre le dijo que sí y de inmediato lo apoyó, llevándolo a Arequipa para que fuese asistente de Max T. Vargas, quien tenía estudios de fotografía en varias ciudades de Perú", cuenta Teo Allain Chambi, nieto del fotógrafo, quien está de visita en Chile para la apertura de Martín Chambi: la luz de la tierra, gran muestra fotográfica que reúne desde esta semana y hasta el 5 de junio 90 imágenes del peruano en el Centro Cultural Las Condes.

Allain Chambi es también, desde hace 27 años, el director del archivo fotográfico de su abuelo, en Cusco, el que resguarda más de 30 mil negativos y placas de vidrio, que van de 1917 a 1973. El mismo hizo la selección que ahora se exhibe en el país y que incluye tres fotografías tomadas en Santiago y Valparaíso en los años 30, cuando Chambi vino a hacer su primera muestra. También hizo fotos para el diario La Nación, colaboración que su nieto espera poder investigar a fondo.

"Sabemos que hay varias fotos suyas en Chile y que estarían resguardadas por la Universidad Diego Portales. Nuestra idea es rastrear esa historia para incluirla en un libro que vamos a publicar el próximo año con editorial Pehuén, junto con una exposición en Valparaíso. Estas tres fotos que exhibimos ahora son sólo un preámbulo", adelanta Allain.

Antes de convertirse en reportero gráfico y trabajar para periódicos como La Crónica de Perú y La Nación de Buenos Aires, Chambi se inscribió en la historia como el pionero de la fotografía social de su país. Orgulloso de su sangre indígena, se dedicó a retratar a miembros de los pueblos originarios y sus tradiciones prehispánicas, las que combinaba con los retratos de estudio que al mismo tiempo tomaba a la aristocracia peruana. También inmortalizó los paisajes del campo y la ciudad de principios del siglo XX, sobre todo Cusco, que hasta el día de su muerte fue su centro de operaciones.

"Hemos traído una selección de lo que llamo el Chambi clásico, copias analógicas, ampliadas con la técnica tradicional, con un acabado en selenio y oro viejo, que muestran al Chambi documentalista, etnográfico, turista y retratista", cuenta su nieto sobre las imágenes montadas en dos formatos: 40x50 centímetros y 30x40 centímetros. "La muestra ha quedado perfecta, estamos muy contentos con el montaje de Santiago. Hace dos semanas estuvimos en Buenos Aires, y en junio vamos a San Sebastián, España y luego a Londres", agrega Allain.

La muestra de Chambi marca el inicio de la temporada de artes visuales en el Centro Cultural Las Condes, que en octubre recibirá la obra de otro fotógrafo de categoría mundial: el brasileño Sebastiao Salgado. Ambas exposiciones son organizadas por la gestora cultural Verónica Besnier, quien además traerá al Museo de Bellas Artes, también en octubre, el trabajo fotográfico del sacerdote y etnólogo polaco Martin Gusinde. "En el 2008 intenté traer por primera vez la obra de Chambi, y no resultó. Ahora todo se dio muy fácil, y es maravillosa. El es un poeta-fotógrafo, al estilo de Sergio Larraín. Sus imágenes trasmiten su visión humanista y el orgullo de su herencia indígena, a la que dio visibilidady dignidad", dice la gestora.

En 1936, Chambi visitó Chile para tomar fotos y hacer una exposición. "He leído que en Chile se piensa que los indios no tienen cultura, que son incivilizados, que son intelectual y artísticamente inferiores en comparación a los blancos y europeos. Más elocuente que mi opinión, son los testimonios gráficos. Siento que soy un representativo de mi raza; mi gente habla a través de mis fotografías", escribió el fotógrafo en esa ocasión. Dos años después su obra llegó a las páginas de la revista National Geographic.

Nacido hace 125 años, el trabajo de Chambi pudo haber quedado en las penumbras sino hubiera sido por el constante trabajo de difusión que emprendió su propia familia. Primero fue su hijo mayor, Víctor, quien en 1979 organizó su primera gran retrospectiva en el MoMA de Nueva York, y luego fue su hija fotógrafa Julia, quien en 1989 le pide a su sobrino Teo Allain Chambi que se haga cargo del legado. Desde entonces, él y su esposa Jenny Zamalloa difunden su obra con muestras en México, Brasil, España, Francia e Italia; además de digitalizar toda su producción. "Nos quedan por lo menos 3 mil placas que integrar y esperamos hacerlo a fin de año. Nuestro sueño es abrir el archivo a investigadores locales y extranjeros para seguir profundizando en la obra de mi abuelo", resume el curador.

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