Llega La Piel que Habito, el retorno de Banderas al cine de Pedro Almodóvar
<P>A fin de enero se estrena la última cinta del director español, nominada a los Globos de Oro.</P>
El suspenso y el misterio se dejaron caer antes en las películas de Pedro Almodóvar. Admirador del cine melodramático de Douglas Sirk y también de la intriga de Alfred Hitchcock, el realizador manchego mostró diestra mano para el thriller y las sorpresas de última hora en algunos pasajes de Matador (1986) y La mala educación (2004). Hacía 20 años que no trabajaba con Antonio Banderas, actor que se hizo conocido en sus filmes de los 80 y 90, y la oportunidad para reencontrarse con él llegó precisamente en una película que respira suspenso, misterio y hasta algo de horror.
La piel que habito, su última cinta, es una película oscura y cruda, que se mueve en las mismas líneas de su anterior Los abrazos rotos y que habla de un realizador algo más amargo que el de Volver (2006) o Hable con ella (2002).
Basada en una novela del escritor francés Thierry Jonquet (1954-2009), La piel que habito llega a salas chilenas en la última semana de enero. La película, que fue estrenada en Cannes, acaba de ser nominada al Globo de Oro a Mejor Película Extranjera, un galardón generoso con Almodóvar: ha sido postulado en seis ocasiones y en el 2007 ganó con Volver.
El propio cineasta describió su película como "una historia de horror, con gritos y mucho miedo". En rigor se trata de un trabajo más complejo que un simple relato de horror. Como apuntaba el crítico Kirk Honeycutt, de The Hollywood Reporter, "junto a elementos de ciencia ficción que bordean también el horror, La piel que habito contiene además las habituales obsesiones almodovarianas: traición, ansiedad, soledad, identidad sexual y muerte". Y sigue, con entusiasmo: "Sólo alguien con el talento de Almodóvar puede sacar a flote una mezcla que fácilmente habría explotado en otras manos".
Acostumbrado a trabajar con un grupo de actores y colaboradores que son como una familia, Almodóvar incluye otra vez acá a las actrices Marisa Paredes y Elena Anaya y a su músico habitual, Alberto Iglesias, en la banda sonora. Es, también, el retorno de Banderas, quien estuvo ausente por 21 años de las cintas de su mentor manchego. La última actuación del malagueño para éste fue en ¡Atame! (1990), una comedia donde interpretó a un hombre recién salido del siquiátrico que raptaba a una actriz de cuarta categoría (Victoria Abril). Luego vendría una carrera hollywoodense que casi no haría escala en el mercado de películas en español.
Su nuevo aterrizaje en el planeta Almodóvar es diferente sólo en apariencia: ahora es una película más ambiciosa, adaptada de una novela, con mucho más presupuesto, con una trama amarga, haciendo de médico y no de don nadie. Sin embargo, su personaje está tan desquiciado como el loco de ¡Atame! y también mantiene a una mujer encarcelada en sus aposentos.
En La piel que habito, Banderas se calza el traje de Robert Ledgard, un brillante cirujano plástico que acaba de inventar una piel sintética capaz de resistir cualquier daño, que mantiene recluida a Vera (Elena Anaya) en su casa y que carga con un pasado de tragedias incurables: su esposa se suicidó tras sufrir una accidente que la desfiguró.
Hablando de la relación entre director y actor y dándole cuatro de cinco estrellas a la película, el crítico de The Guardian, Peter Bradshaw, decía: "Es un filme de real y macabro suspenso, con vueltas de tuerca fantásticas. Almodóvar ha encontrado en Banderas lo que Hitchcock halló en Cary Grant: estilo y desenvoltura, pero con un frío toque de determinación y peligro".
Pero más allá de los parentezcos de esta película con ¡Atame! y de Banderas con Cary Grant, Almodóvar dio a entender sus propias motivaciones ya en el pasado Festival de Cannes: "Me alejé bastante de la novela original y conecté esta película con el cine negro de Fritz Lang. Pero más aún, creo que hay referencias al mito griego de Prometeo, el dios que desafió a Zeus, y al clásico Frankenstein de Mary Shelley".
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