Llega la voz de Katherine Jenkins, la mezzosoprano que coquetea con el pop

<P>Es una superestrella en Gran Bretaña y Europa, pero recién está empezando la conquista del nuevo mundo. La cantante acaba de editar su último disco en Latinoamérica, un álbum de espíritu clásico con canciones mayoritariamente pop.</P>




La artista clásica más vendedora en la historia del Reino Unido. Número uno en el ranking de las jóvenes intérpretes más ricas de Inglaterra (por sobre Joss Stone y Lily Allen). La cantante lírica que la revista Playboy quiere en su portada. Sorprende que cargado de tantos títulos el nombre de la galesa Katherine Jenkins (29) no haya sonado más por estos lados. Pero ahora, que por primera vez un disco suyo se edita en Chile (Believe, el séptimo en su carrera, desde el jueves en tiendas), más valdría ir acostumbrándose a su rostro y, sobre todo, a su música, parte de un género que en los últimos años ha demostrado llevarse de maravilla con el público masivo: lírica pop o simplemente popera.

Una bandera que Jenkins -que estuvo en Buenos Aires hace pocos días en plan promocional- ha decidido levantar con más firmeza y orgullo que nunca, pues hasta ahora sus grabaciones no habían hecho tan evidente el cruce de estilos. En Believe conviven composiciones de corte clásico con canciones pop como Who wants to live forever, de Queen; No woman no cry, de Bob Marley, y el hit Bring me to my life, de los rockeros Evanescence, interpretadas con su experimentada voz de mezzosoprano (la que en ocasiones ajusta para un registro más pop) y siempre aderezadas con las formas de la música docta.

Acostumbrada en Europa tanto a los primeros lugares de los rankings como al ninguneo de la crítica y los colegas más castizos, que no le perdonan la poligamia estilística, Jenkins tiene bien ensayada su defensa. "Cuando los puristas me critican sólo están mostrando su esnobismo. Porque hoy día si alguien compra mi álbum o el de Andrea Bocelli, y no han comprado música clásica antes, puede motivarse después e ir a la ópera o comprar discos clásicos. Y eso es bueno para todos, porque la música clásica debe mantenerse viva. Si lo piensas, fue escrita para las masas: era la música pop de esos días", dice con entusiasmo esta rubia de ojos casi transparentes y fan declarada de Lady Gaga.

Para su séptima producción, en sus palabras, su trabajo "más comercial", grabó con el cotizado productor David Foster, artesano del sonido de canciones de Michael Jackson, Paul McCartney o Madonna, y una verdadera máquina de hacer grammys.

"Crecí escuchando su música. Uno de mis discos favoritos de adolescente era el soundtrack de El guardaespaldas. Después, cuando empecé a hacer discos, soñaba con trabajar con él".

Sobre si piensa algún día pasarse completamente al pop, Jenkins es clara: "No. Estudié muy duro para cantar en este estilo y la razón de por qué lo mezclo con el pop es porque quiero hacer de esto algo más crossover. Me encanta escuchar pop, pero tienes que ser cool para ser popstar. Y yo no creo ser muy cool", remata con una mezcla de risa y falsa modestia.

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