Llega lo nuevo de Woody Allen, una comedia a la italiana con Penélope Cruz

<P>A dos meses de su estreno en Italia, el filme A Roma con amor arriba el 5 de julio a salas locales.</P>




Le van quedando pocas ciudades europeas por retratar. Una es Munich, una de las metrópolis más representativas de Alemania y capital de la región bávara desde donde emigraron a América sus ancestros judíos, a principios del siglo XX. También dijo interesarse alguna vez en Copenhague, la pequeña y estilizada capital de Dinamarca.

A Londres ya le ha encontrado cuatro historias, dos dramas y dos comedias (Match point, El sueño de Casandra, Scoop y Conocerás al hombre de tus sueños). Para Barcelona (en Vicky Cristina Barcelona) prefirió un romance con risas y algo de lágrimas. Y a París (Medianoche en París) arribó también con sentido del humor y mucha nostalgia. Ahora, a Woody Allen le interesó hacer su última película en la capital italiana, titulándola, sin demasiados dobleces, A Roma con amor.

Como rara vez sucede en el país, la película llega casi justo a tiempo, a pocos días de su estreno en Italia y no con un año de desfase, que es lo habitual para las películas de Woody Allen. El filme se estrena en Chile el próximo 5 de julio, apenas dos semanas después de su estreno estadounidense, que es el 22 de junio.

La costumbre de Allen es contar varias historias al mismo tiempo, mezclarlas de alguna forma y presentar aquello que en el cine se viene llamando elenco coral, desde que Robert Altman lo patentara en M.A.S.H. (1970). En A Roma con amor son cuatro tramas: dos de estadounidenses en Italia y el otro par sobre romanos en su ciudad. Está Jerry (Woody Allen, en su primera actuación en seis años), el productor neurótico de música clásica que busca a un cantante de ópera en la Ciudad Eterna y cuyo gran problema es que el mentado tenor se inspira sólo cuando canta bajo la ducha. También se aparece Jack (Jesse Eisenberg), un estudiante de arquitectura que cae rendido a los pies de la mejor amiga (Ellen Page) de su novia (Greta Gerwig).

En la vida del ingenuo y enamoradizo Jack también interviene John (Alec Baldwin), un tipo maduro, arquitecto también de profesión y que se acuerda de su juventud al ver al muchacho.

La contraparte de las historias de americanos en Roma la aportan Penélope Cruz y Roberto Benigni. La primera, en un rol que está inspirado directamente en el de Sophia Loren de Ayer, hoy y mañana, es la prostituta Anna, quien agasaja a un tímido romano de nombre Antonio. La segunda es la narración sobre Leopoldo (Roberto Benigni), un don nadie que súbitamente es confundido con una celebridad, halagado por los reporteros y, posteriormente, tirado al basurero del olvido.

La cinta se estrenó hace un mes y medio en Italia, con críticas de diversos matices. En general se destacaron el nivel de producción y la manera de fotografiar la ciudad en verano, aunque para algunos Allen cayó en el vicio de la postal sin alma. "Una película dispareja, con trozos de humor desternillante", reseñaron desde La Stampa.

La inspiración cinéfila

Viejo amante de las películas de Chaplin, Bergman y Fellini, Woody Allen ha reconocido que su más reciente trabajo tiene que ver con una vocación cinéfila y no con ánimo de turismo fílmico.

"Yo crecí con el cine italiano y siempre fui un admirador de lo que se hacía aquí. Todo lo que aparece en la película tiene que ver directamente con aquellas películas, que fui absorbiendo casi por ósmosis durante mi juventud y madurez", dijo Allen al presentar la película en público junto a Penélope Cruz y Roberto Benigni, en abril pasado, en Roma.

"Eran las películas que veían mis amigos y mis novias; las que se daban en el Greenwich Village, donde yo hacía mis números de stand up comedian. Eran las películas de Rossellini, De Sica, Antonioni y Fellini. Están en mi inconsciente", agregó. Actualmente, Woody Allen prepara una nueva cinta que se hará en San Francisco y Nueva York, y que tendrá a Cate Blanchett y Alec Baldwin.

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