Llegan a Chile los retratos genéticos: el ADN hecho arte
<P>Se trata de una nueva tendencia en arte, que usa el ADN de una persona para realizar los cuadros.</P>
Sobre dos pisos de cuero en el living del departamento de Paula (26) descansa un singular cuadro de un metro por 33 centímetros de tono naranjo intenso. "No lo he colgado aún porque me casé hace poco y estoy organizando todavía las cosas", cuenta la auxiliar de cabina. En el cuadro no hay paisajes ni retratos, sino algo mucho más íntimo: el registro de su ADN y el de su marido. "El mío está en la mitad de la izquierda", dice.
Se trata de un nuevo estilo de arte moderno conocido como retratos genéticos. Cuadros que medios como Wired, GQ o The Washington Post han calificado como la tendencia más cool del momento. El Museo de Arte Moderno de Nueva York, MoMa, ha exhibido estas piezas como parte de sus exhibiciones más vanguardistas. Y ahora se ven adornando las paredes de los hogares chilenos. "Me gustó, porque es un cuadro único e irrepetible. Aunque alguien haga lo mismo con su ADN y elija los mismos colores, nunca será igual. A mí me gustan mucho el arte y la tecnología, y aquí se fusionan perfecto", cuenta Paula.
Código de barras
¿Cómo lo conoció? Por el boca en boca. De la misma forma que su amigo Roberto le pidió el dato para adornar su casa. Así está creciendo esta tendencia, que tiene a los genes como protagonistas: así como existe un boom de tests para saber el origen de nuestros ancestros, de qué podríamos enfermar o saber si la pareja es infiel. "Es que nuestra sociedad se ha ido individualizando fuertemente. Buscamos que los objetos sean incopiables, 'solo mío', y que más encima tengan el aditivo preferido de hoy: el tecnológico", explica Rodrigo Larraín, sociólogo de la Universidad Central. "Finalmente, este tipo de arte es muy parecido al fenómeno del escudo de armas de los 90", agrega el sociólogo.
El retrato genético es una fotografía del genoma de una persona que fue intervenido y convertido en un autorretrato. DNArt es la primera empresa que hace este tipo de trabajos en Chile y Latinoamérica y acaba de abrir su taller para la venta masiva de este producto.
El proceso es muy sencillo. Primero, se debe tomar una muestra de saliva desde la boca del interesado. El ADN es extraído de la muestra y es convertido en un perfil genético -similar a un código de barras- necesario para realizar el cuadro. Luego, el perfil es digitalizado, proceso donde un grupo de diseñadores realizan los cambios y preferencias del cliente, como tamaño y colores. Finalmente, el cuadro es impreso.
Los responsables son dos hombres ligados más a la ciencia que al arte: Rodrigo Mancilla, magíster en gestión biotecnológica, y Alejandro Amoroso, doctor en genética molecular. "Los seres humanos somos iguales genéticamente en un 99% y sólo nos diferencia menos del 1%. Nosotros tomamos una fotografía de esta pequeña diferencia que es una parte única y exclusiva de cada persona", cuenta Amoroso.
Hasta CSI
¿Cómo surgió la idea? Mancilla cuenta que su señora quería guardar células del cordón de su hija y casualmente se topó con reseñas de estos retratos genéticos. Alejandro verificó su popularidad en Australia, Europa y en Estados Unidos y así surgió DNArt. "Constantemente, estábamos viendo imágenes de este tipo. Como científicos, veíamos la belleza de ver plasmado el ADN en una imagen", cuenta.
Algo muy parecido sintió Adrian Salamunovic cuando vio colgado un perfil genético en su pared. Con esa imagen en la cabeza se lanzó a fundar DNA 11 junto a Nazim Ahmed en 2005, la empresa más exitosa en retratos genéticos. Sus cuadros se empezaron a vender por cientos. El salto a medios fue inevitable. Por ejemplo, un capítulo de la serie policial CSI:NY gira en torno a un retrato genético. Por supuesto, eso se tradujo en dinero: el primer año generó un millón de dólares en ventas y pasaron de un pequeño estudio a trabajar en un laboratorio de cientos de metros cuadrados, con más de 11 diseñadores y varias maquinas que trabajan el ADN. Desde entonces, DNA 11 ha vendido más de cinco mil retratos genéticos, que distribuye en 50 países. Es un modelo a seguir para DNArt. Pero hoy los principales interesados son papás con recién nacidos. "En ese momento los padres están súper sensibles con todo lo que pueda identificar a su hijo", cuentan. De hecho, Clínica Reñaca ofrecerá directamente este servicio a los padres interesados.
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