López Obrador queda a 4 puntos de Peña tras aferrarse a protesta estudiantil

<P>R Un sondeo reveló que el candidato de izquierda tiene 34% de respaldo.</P>




Hasta principios de semana, nadie parecía dudar en México de la victoria de Enrique Peña Nieto en las elecciones presidenciales del próximo 1 de julio. Sin embargo, la última encuesta revelada ayer por el diario Reforma puso un gran manto de duda acerca del resultado final. Así, a un mes para que se lleven a cabo los comicios, el candidato de la coalición de izquierda Andrés Manuel López Obrador ha logrado un inesperado impulso, que ha reducido en un mes, de 15 a 4 puntos, su distancia con el postulante del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Según el sondeo, Peña Nieto cuenta con un 38% de apoyo, lo que significa un retroceso de cuatro puntos respecto de la última medición de ese periódico realizada el 25 de abril. Mientras, AMLO -como es conocido López Obrador- aumentó siete puntos y ahora posee un 34% de intención de voto.

Les sigue la candidata oficialista del Partido de Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota con 23% de respaldo, cayendo seis puntos porcentuales.

Según la prensa mexicana, la irrupción imprevista de las protestas universitarias en la campaña (ver recuadro) en las que piden que el PRI no regrese al poder que ostentó por 71 años (1929-2000) y en las cuales los estudiantes se quejan por la manipulación televisiva, han ayudado a López Obrador a tener este impulso.

De hecho, para aferrarse al movimiento estudiantil la semana pasada, AMLO realizó una concentración en la que invitó a los estudiantes a dedicar sus vacaciones a luchar por la democracia para lograr el cambio. Y el lugar escogido para ese mitin fue nada menos que la emblemática plaza de Tlatelolco en la capital mexicana, la misma que en 1968 fue protagonista de protestas estudiantiles que fueron reprimidas por el Ejército. En esta campaña la situación de AMLO es totalmente distinta a la ocurrida en 2006, cuando sus opositores lo calificaron como un "peligro para México" e incluso lo vincularon constantemente con el Presidente Hugo Chávez. Según el analista de la BBC, Will Grant, en la actualidad AMLO ha tomado distancia del mandatario venezolano. "En un mitin hablaba de 'conciliación' entre todos los sectores de la sociedad y de construir puentes con la misma gente que antes lo calificaba como mafioso", señaló Grant. También ha intentado ofrecer una imagen más cercana a Lula da Silva, señalando que su gobierno será mejor que el del ex Presidente de Brasil.

En 2006, AMLO se negó a aceptar el triunfo de Felipe Calderón, quien lo superó por menos de un punto de ventaja en los comicios. Su larga protesta en el Zócalo de Ciudad de México aún se encuentra en la memoria del electorado, lo que explica el bajo respaldo con el que empezó la campaña. Según el senador Ricardo Monreal, coordinador de la campaña de AMLO, ellos han "aprendido la lección de 2006" y han ejecutado la estrategia de centrarse en las clases medias, que han sido afectadas por la "corrupción y la inseguridad". El senador señaló al diario español El País que otra parte de esta estrategia comenzará tras el segundo debate electoral del 10 de junio, y consistirá en llamar al voto útil (captando así votos de la alicaída Vásquez Mota) con el fin de cerrarle el paso al PRI. Monreal dijo que estaba confiado de que las estrategias han surtido efecto, ya que han ido ganando terreno en estados como Puebla o Nuevo León. El sondeo revela que AMLO repuntó entre los independientes, liderando la intención de voto en ese sector con un 43%, lo que representa un alza de 12 puntos respecto de la última medición del 25 de abril. Peña Nieto bajó ocho puntos y posee 26% en ese segmento.

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