Los Bunkers hablan de su frustrado show en Coachella y ahora van a Lollapalooza EE.UU.
<P>EE.UU. los vetó al ver que nombres de dos miembros coincidían con los de prófugos de la justicia en ese país. </P>
Fue todo tan inesperado que, hasta hoy, el guitarrista Francisco Durán recibe mensajes de fans que ilustran una imagen casi desolada: seguidores que, el pasado domingo 17, arribaron hasta el escenario principal del festival Coachella -enclavado en el desierto californiano y en la misma tarima donde luego pasaron The Strokes y Kanye West- a esperar la aparición de Los Bunkers. Pero la banda nunca salió. "Eso es lo que más lata me dio", expresa el compositor, al teléfono desde Ciudad de México, y en torno al traspié que la semana pasada impidió la primera vez de una banda chilena en uno de los mayores encuentros musicales del planeta.
Un incidente que, según un comunicado emitido por las oficinas del conjunto, guardó relación con problemas de visas de trabajo y que tuvo como protagonista a la embajada de EE.UU en el DF, ciudad donde residen desde 2008. ¿Qué paso? Según Durán, la renovación de las visas empezó a gestionarse con casi dos meses de anticipación -ellos ya habían tocado en EE.UU. en 2006- y en la semana previa al evento, el organismo cuestionó los documentos del cantante Alvaro López y del propio Francisco Durán. Según los registros de la entidad, sus nombres coincidían con los de dos personas que la justicia buscaba en ese territorio.
Aunque esa fortuita fatalidad asoma como la causa central, otras autoridades de la embajada explicaron a Durán que todo podía ser parte de un proceso administrativo. "Me dieron esas dos opciones: que eligen al azar a un par de viajeros para tramitarlos más de la cuenta; o que los nombres coincidían con personas que andaban buscando por algún delito. Y no pudieron agilizar el trámite para la fecha que necesitábamos", explica. Ante un escenario tan imprevisto, el staff de los penquistas en México -encabezado por su representante y también mánager de Café Tacuba, Juan Balbi- no tuvo capacidad de reacción y tampoco pudo auxiliarse con algún documento de última hora por parte de Coachella. "Fue pura mala suerte. Nuestra oficina en el DF ha sacado miles de visas y ha llevado miles de grupos a EE.UU., por lo que aquí no hubo inexperiencia", aclara Durán.
Pese a que se intentó hasta última hora destrabar la situación, la banda sepultó de manera definitiva su plan de viaje el viernes previo a su show y justo minutos antes de un recital en la localidad de Colima. "Fue una tocata donde aprovechamos de descargar la rabia contenida. Pero al otro día ya estábamos pensando en otros temas", relata en torno al ánimo de la banda. Luego profundiza: "Obvio que fue una lata, porque hace muchos meses veníamos preparándonos. Además, queríamos disfrutar del evento en general, más allá de sólo tocar. Pero lo hemos tomado con mucha calma. No nos vamos a echar a morir por una tocata que, aunque era importante, tampoco era el pináculo de nuestra carrera". Incluso, otro de sus miembros, el guitarrista Mauricio Durán, igual fue hasta la cita, pero como espectador.
El antecedente más inmediato del problema de Los Bunkers recae en el bolerista Lucho Gatica, a quien en 2003 se le impidió entrar a Miami porque su nombre coincidía con el de un narcotraficante. "Pese a eso, no le damos ninguna connotación ni de la suerte del chileno, ni del destino ni de nada", asegura la voz de Llueve sobre la ciudad.
Eso sí, y en lo que asoma como una suerte de revancha, ya casi cerraron su participación en el otro gran festival norteamericano, Lollapalooza, que se hace en agosto en Chicago. Pese a ello, ni Durán ni los representantes de Los Bunkers quieren referir al tema de manera oficial. Ante la posibilidad cierta de inminentes viajes a EE.UU., las visas de Durán y López aún siguen en trámite y con buenas perspectivas de que sean entregadas en las próximas semanas. La banda lanzará su último álbum este 4 de junio en el teatro Metropolitán del DF y en septiembre retornará a Chile para una gira que celebrará sus 10 años.
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