Los cambios, las novedades y los artistas más exigentes que trae Lollapalooza Chile

<P>La cita, que se hará este fin de semana en el Parque O'Higgins, está enfocada en un público joven.</P>




La nueva edición de Lollapalooza Chile, la sexta en la breve pero intensa vida del evento local, ya está en marcha. O al menos, su previa y su trastienda: el montaje para la cita que se hará este sábado 19 y domingo 20 en el Parque O'Higgins empezó el pasado lunes, con cerca de 350 toneladas de escenario que albergarán un cartel encabezado por Eminem, Florence + The Machine, Mumford & Sons, Jack Ü y Tame Impala, entre otros.

Aquí, los cambios, las novedades, los desafíos y las principales dudas -¿por qué no vino Snoop Dogg?, ¿por qué el festival aún no puede vender alcohol?- en la voz de uno de sus productores, Sebastián de la Barra, director de la productora Lotus.

* Los cambios

Si caballo ganador repite, con la organización de Lolla Chile sucede algo similar: ante la buena experiencia entregada por sus cinco ediciones anteriores, las modificaciones para este año serán cosméticas, apenas relevantes. Por ejemplo, habrá una amplia zona de comida en medio de los dos escenarios centrales, en plena elipse, evitando que tal oferta se remita a los tramos más extremos del sitio. También habrá nuevas apuestas visuales y ecológicas, como una cabeza gigante que funcionará como tobogán y una dinámica en que, para consumir líquido, se ofrecerá un vaso con el logo del espectáculo a cambio de $1.000. El público se lo puede llevar y así evitar que sea arrojado como desperdicio. "Para este año, queremos reciclar el 90% de la basura", dice.

* Un line-up joven

El promotor reconoce que la cita hace foco en un público menor de 30, la audiencia que hoy mayoritariamente consume esta clase de instancias, pero que no descuidan a los espectadores más adultos, los que en otros años han llegado seducidos por Pearl Jam o Robert Plant. "Hay un dominio de gente más joven, que es la que más llega, pero también tratamos de cubrir a otra clase de audiencia con números como Candlebox, Ghost, Bad Religion o Noel Gallagher. A esta alturas van por la experiencia y no se cuestionan si está Pearl Jam o no".

* ¿Cómo va la venta de entradas?

Sin especificar cifras, el profesional reconoce que hay una leva baja en la venta de tickets diarios -los que se comercializan cuando ya se conocen los artistas-, básicamente porque para esta edición hay menos gente interesada en un solo show, en un solo protagonista. "Sigue siendo un festival masivo. Ha bajado la venta de boletos individuales, pero ha subido el abono, porque hay una credibilidad en lo que hacemos".

*¿Snoop Dogg? ¿Brandon Flowers?

Cambio en el equipo. A principios de mes se anunció que el rapero no venía y su puesto lo ocuparía el cantante de The Killers, que viene con un show donde también toca los hits de su banda madre. "Snoop Dogg no vino porque se le murió su abuela, lo que lo afectó mucho en su lado emocional. Y a pocos días del evento, no había alternativa de otro hiphopero de renombre, alguien a la par. Quedamos muy contentos con el cambio".

* Los shows más exigentes

Desde la productora cuentan que los números con mayores exigencias son los de Florence + the Machine y Mumford & Sons, cada uno con 15 y 11 toneladas de equipos. Además, el grupo de Florence Welch también solicitó espejos en el escenario.

* No al alcohol

De la Barra dice que aún existe una deuda de las autoridades políticas con respecto al evento, sobre todo en un ítem sensible: la venta general de alcohol, prohibido en esta clase de festivales y cuya comercialización es normal en países como Perú y México. "Qué rico sería tomarte una cerveza en Lolla o un vino en el Municipal, pero acá te cobran un impuesto mucho más caro si vendes alcohol. Eso debería desaparecer. Hay un gran mito que dice que la gente no se va a comportar si se toma un par de cervezas, pero no estoy de acuerdo con eso".

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