Los desafíos para revivir la tecnología de los 80 en Halt And Catch Fire
<P> La serie regresa con su segundo ciclo el lunes a las 22 horas por AMC. </P>
"¿Disculpa, de cuál de las series estás preguntando?", dice al teléfono desde Los Angeles la productora Melissa Bernstein y su duda no es injustificada. En estos momentos Bernstein trabaja en tres programas: Better call Saul, Rectify y Halt and catch fire, el espacio que estrena segunda temporada el lunes desde las 22 horas en el canal AMC (señal 58 en VTR).
Pero más allá de las confusiones o de su confesión acerca de vivir viajando entre las oficinas de las tres series -"Ahora estoy en la sala de guionistas de Better call Saul"-, la productora comenta sobre su trabajo: "Es un sueño, de verdad". Y explica que eso se debe a que los respectivos encargados de los programas son tan perfeccionistas y preocupados por el control de calidad, que prefieren hacer temporadas cortas. "Eso me permite trabajar en tres, pues en vez de hacer 24 capítulos de una serie, hago 26 de tres".
Según cuenta, el segundo ciclo de Halt and catch fire, que trae 10 episodios y se centra en un grupo de jóvenes que trabajan en el área de tecnología en los años 80, muestra una evolución importante. "El foco del negocio ha cambiado de la parte de hacer computadores de Joe (Lee Pace) y Gordon (Joe MacMillan) a la idea de Cameron (Mackenzie Davis) y Donna (Kerry Bishé), quienes quieren hacer una especie de protointernet en la compañía Mutiny. Es una empresa con un espíritu más caótico y energético".
Recreación de época
Uno de los factores que hace más compleja la producción de Halt and catch fire es el hecho de que se trata de una serie ambientada en los años ochenta y en pantalla aparece tecnología de la época. "Eso es muy difícil de conseguir, no es fácil rastrear esa tecnología porque una vez que los equipos no funcionan, la gente se deshace de ellos. Es mucho más difícil de conseguir que el vestuario y muy caro de recrear". De hecho, cuenta que han tenido que pedir prestados computadores de un museo de la zona de Nueva Inglaterra que tiene tecnología en su colección.
Pero este no es el único factor del cual se deben preocupar. "El recrear una época nos entrega una oportunidad y un desafío interesante porque es historia reciente, entonces tenemos que estar constantemente chequeando el lenguaje que usamos". Si bien esto implica preocuparse mucho de los modismos, Bernstein asegura: "Me encanta cómo lo hacemos, tratamos a la época de un modo muy genuino: no nos reímos del período, sino que estamos inmersos en él".
En cuanto a la presión que siente acerca de conseguir el mismo nivel de éxito de Breaking bad, comenta que compara a estas series en un sentido positivo. Es decir, se concentra en el hecho de que el espacio protagonizado por Bryan Cranston no era muy visto en el principio, sino que se convirtió en un fenómeno de la TV hacia sus últimas temporadas. "Es un estándar muy difícil para comparar tu trabajo, porque la respuesta a una serie está demasiado fuera de tu control. Pero definitivamente, Breaking bad me recuerda dónde queremos llegar y me ayuda a concentrarme en ese nivel de excelencia".
El mercado de la TV
Bernstein considera que el mayor desafío de la escena televisiva actual es que los programas sean vistos: "Es un mercado donde hay muchos programas y muchas estaciones. Está tan saturado que incluso a mí me cuesta estar al día con lo que tengo que ver ¡y este es mi trabajo! Creo que conBreaking Bad tuvimos suerte porque lo estrenamos cuando había menos televisión y, por suerte, Better call Saul se benefició del éxito de Breaking bad".
Sobre el interés actual en series de tecnología, como ocurre con Silicon valley de HBO, comenta: "Estamos acostumbrados a programas de héroes muy masculinos, fuertes y poderosos, pero creo que los relatos sobre gente que lleva de las de perder o que se centran en una cultura más nerd son diferentes y tienen historias muy interesantes. Especialmente por el papel que juega hoy la tecnología en nuestras vidas y lo relevante que es en todo lo que nos rodea".
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