Los espías rusos vuelven a sus labores: hablan los creadores de The Americans
<P>La serie sobre la pareja de infiltrados de la KGB en Estados Unidos vuelve con un cuarto ciclo.</P> <P>Hoy se preestrena en FOX Play y luego se emitirá los lunes a las 23 horas en FOX Action.</P>
Los espías más amados por la crítica están de regreso, tras un año de dejar en vilo a sus fanáticos. The Americans, la serie que sigue a Phillip y Elizabeth Jennings, una tranquila pareja de los suburbios de Washington en la era Reagan que en realidad son infiltrados de la KGB en plena Guerra Fría, tuvo una tercera temporada centrada en el conflicto de Afganistán. Y ahora, la cuarta entrega pasará por otros hechos históricos de los anuarios: el discurso de Ronald Reagan por la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), el momento en que David Copperfield hizo desaparecer la Estatua de la Libertad y cuando Brooke Shields hizo su campaña revolucionaria para Calvin Klein.
Y, por supuesto, seguirá a los espías frente a una amenaza impensada en 2013, cuando la serie debutó: su propia hija adolescente. Nuevos conflictos familiares llegan -atención a quienes no han visto aún la temporada anterior- tras la revelación que hizo Paige (Holly Taylor), hija del matrimonio, a su pastor de cabecera sobre la verdadera actividad e identidad de sus padres. La tensión no tardará en llegar y el matrimonio tendrá que velar por la supervivencia familiar en lugar de centrarse solamente en su trabajo como agentes secretos, que incluye patadas, cuellos rotos, disparos y siempre muchas pelucas y anteojos falsos. "El público se enterará de lo que sucede con Paige y sus padres, y esto va a ser muy peligroso y muy emocionante. Se verá en esta temporada la relación de los padres, cómo es el trato de uno con otro y cómo juntos harán frente a Paige, teniendo que luchar con la última confesión de ella. La familia va a tener una gran lucha, por todos los problemas que Paige ha creado", asegura Joe Weisberg, creador y productor ejecutivo de la serie.
Además estará presente el tema del uso de armas biológicas y la interrogante sobre el suicidio de Gene que el FBI podría llegar a investigar.
Uno de los personajes que más sorprenderá será el de Elizabeth, que interpretado como siempre por Keri Russel, tendrá un arco de transformación importante. Tal y como lo comprenden sus productores, Elizabeth, una rusa amante de la madre patria y soldado a toda prueba, es el personaje que menos cambios radicales ha sufrido a lo largo de las otras tres temporadas, al compararla con lo que sucede con su marido, interpretado por Matthew Rhys, quien duda más sobre las instrucciones recibidas desde el comando central. Joe Weisberg dice al respecto: "Siempre decimos que se pueden ver pequeñas grietas en Elizabeth, no cambios drásticos. Y en esta temporada es interesante porque creo que hay de esas grietas, pero más profundas y con mayor frecuencia. Lo que se verá en esta temporada en particular con Elizabeth es que tiene una relación muy importante, y esa relación tiene un profundo impacto en ella".
La serie finalmente aborda temas de la vida cotidiana de un matrimonio que aparenta vivir-hace 15 años- como estadounidenses, y verá la resolución de varios conflictos que se arrastraban desde el pasado. La producción partió con una fanaticada de culto y a medida que ha avanzado en capítulos, se ha vuelto la consentida de la crítica; el final de la temporada tres fue visto sólo por un millón 200 mil espectadores, aunque los números aumentan con el visionado en diferido. En premios es una historia distinta: ha sido parte tres veces de la lista de mejores series de TV del American Film Institute, el año pasado ganó mejor drama en los Critic's Choice, además de adjudicarse el prestigioso Peabody Award, que reconoce la excelencia televisiva. Y ha sido nominada cinco veces al Emmy, llevándose un premio para la actriz Margo Martindale. La cuarta temporada ya ha recibido el aplauso cerrado de la crítica norteamericana.
Su productor ejecutivo, Joel Fields, comenta sobre lo que cree atrae a los espectadores: "Hay un factor nostálgico y de tipo deprimente que hace que la audiencia mire para atrás y perciba que su vida en gran parte, está retratada en esta serie. Hay una identificación con la música, los peinados y la ropa que nosotros mismos usábamos que lo hace pintoresco".
También el hecho de que Joe Weisberg, el productor, sea un ex agente de la CIA, ha ayudado en la composición de la trama. Ser fieles al contexto de la realidad en el que está inmersa la serie, ha sido uno de los propósitos primordiales en la producción. Sobre esto, Weisberg comenta: "A veces incluso, queremos cambiar la historia un poco sobre todo en el ámbito de cómo contar el trabajo de espionaje de los protagonistas, pero en la mayoría de los casos tratamos de seguir la historia muy de cerca para así contar la verdad. Esto es un mundo secreto contado por nuestros personajes, el mundo del espionaje real no es tan emocionante como en nuestra serie".
RR








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