Los Guilisasti Gana reciben Premio ESE a la Familia Empresaria 2012

Cerca de 200 empresarios, ejecutivos y hombres de negocios se congregaron anoche en la ceremonia en que el ESE Business School de la Universidad de los Andes, junto a Credit Suisse y La Tercera, le entregó el Premio a la Familia Empresaria 2012 a la familia Guilisasti Gana, ligada por más de medio siglo al holding Concha y Toro.

El galardón, que fue instituido en 2005 y que es el único de su tipo dentro de América Latina, fue recibido por el grupo encabezado por Isabel Gana y sus hijos Eduardo, gerente general de la viña; Rafael, vicepresidente del directorio; José, gerente general de Viñedos Emiliana; Pablo, presidente de Frutícola Viconto; Isabel, gerenta de marketing Vinos de Origen de Concha y Toro; Sara, secretaria general ejecutiva de la Fundación Eduardo Guilisasti Tagle, y Josefina, artista plástica. Durante el encuentro, los integrantes de la familia repasaron los principales pasajes de su historia y de la saga que comenzó en 1957, año en que Eduardo Guilisasti Tagle se unió al directorio de Concha y Toro, tras adquirir junto a sus socios Alfonso Larraín, Sergio Calvo y Agustín Huneeus, entre otros, un paquete accionario de la viña, equivalente al 12% del capital.

En el evento, el presidente del jurado del premio y director general del ESE, Mauricio Larraín, resaltó el carácter y la trascendencia de este premio, que se entrega a aquellas familias que son "un ejemplo de buenas prácticas en los negocios y ante la sociedad en general". Larraín indicó que "la familia Guilisasti cumple con creces los exigentes criterios que ha establecido el jurado, y por eso sus miembros la han elegido por unanimidad como Familia Empresaria 2012".

Para la entrega de este reconocimiento, otros aspectos que destacaron a ojos del jurado fueron el carácter innovador y el éxito logrado por la empresa en los mercados donde opera, atributos que le han valido ser reconocida como una de las viñas más admiradas del mundo, según los expertos.

Asimismo, resaltó la labor desarrollada a través de la Fundación Eduardo Guilisasti Tagle, que se orienta fundamentalmente a entregar becas de estudios superiores, técnicos y universitarios, para los hijos de los trabajadores del grupo.

Los galardonados

Luego de un video donde se presentó a cada uno de los hermanos Guilisasti y a su madre, Isabel Gana, la familia comentó diversos episodios de la infancia, en la casa de Providencia, y de los negocios que tienen a cargo.

Rafael Guilisasti destacó la unión de 53 años del grupo, haciendo énfasis en las alianzas con otras familias empresariales.

Dentro de los hitos del grupo, resaltó la apertura a la exportación de fruta, desarrollada por Frutícola Viconto.

Eduardo Guilisasti agradeció al equipo de Concha y Toro, al que calificó de "brillantes". "Todos tenemos la virtud de no quedarnos donde estamos, tenemos hambre de más".

Además, destacó el potencial vitivinícola chileno y el modelo de negocios de la compañía, que "ha logrado desarrollar una empresa integrada, con sustento en la tierra".

Afirmó que "estos pilares nos han entregado la ventaja competitiva que es la construcción de marca. Partimos en Chile, queremos seguir creciendo", con miras al Viejo Continente, comentó.

Isabel Guilisasti se refirió al modelo de negocios de la viña como "bastante único, que maneja un gran volumen de cajas y que es capaz de producir vinos de alta calidad". Coincidió en que una de las claves es el equipo humano que conforma la viña.

"Estamos convencidos y entusiasmados día a día en sacar adelante estos vinos", comentó.

Una de las líneas que ha explorado el grupo es la producción de vinos orgánicos, tarea que asumió José Guilisasti, con Viñedos Emiliana, quien explicó que "cuando salió el proyecto de crear Emiliana, dijimos que debía ser una viña innovadora".

Actualmente, más de 1.000 hectáreas están plantadas bajo el concepto orgánico. Esto, sumado a la responsabilidad social empresarial, "hacen de Emiliana una viña diferente", concluyó.

El holding Concha y Toro cuenta con 50 viñas y produce en nueve valles. Sus ventas anuales alcanzan los US$ 872 millones, de los cuales dos tercios van a los mercados externos.

A nivel mundial, es la segunda vitivinícola en términos de plantaciones, con 10.389 hectáreas en Chile, Argentina, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelandia e Italia.

Además, es la quinta en el ranking mundial en términos de volumen comercializado. En 2011, sus exportaciones de vino embotellado llegaron a los 20 millones de cajas.