Los Mac's lanzarán su primer disco en 42 años el próximo 9 de febrero en Valparaíso

<P>La banda porteña, fundada en 1962, retornó con tres cuartas partes de su formación original.</P>




David MacIver (67) habla con la voz de la experiencia y esa serenidad de los que ya han visto demasiado y no tienen nada que perder. "Las canciones del rock chileno actual son sumamente lineales, no hay progresión melódica y suenan todas iguales", certifica el hombre que hacia fines de los sesentas popularizó una melodía con la que podría justificar uno y mil juicios tan atrevidos como ese: La muerte de mi hermano. Compuesta por Payo Grondona y Orlando Walter Muñoz y publicada por primera vez en el tercer álbum de la banda (el mítico Kaleidoscope men, de 1967), la pieza es considerada un clásico de la sicodelia chilena y, muy probablemente, la primera canción protesta que el rock haya legado a esta tierra.

Ese fue el triunfo histórico de Los Mac's, el conjunto fundado en Playa Ancha en 1962 -y activo en su primera etapa hasta 1969-, y donde militaba David junto a su hermano Carlos MacIver (bajo), además de Willy Morales (guitarra) y Eric Franklin (batería). Un grupo considerado embrionario del rock nacional y que a fines del año recién pasado, y con tres cuartas partes de esa primera formación -Franklin se radicó en España y se gana la vida como sesionista-, regresó al disco con su primer trabajo en 42 años. Se trata de El tiempo es lo de menos, una sorprendente colección de 13 composiciones inéditas, dos de ellas cantadas en inglés (Lazy man blues y Almost all the time), y que ya tiene fecha de estreno formal: el próximo 9 de febrero en el Teatro Municipal de Valparaíso (entrada gratuita) en el contexto de la versión 2011 del ciclo Rockódromo.

El apoyo de los fans

"Parece que siempre les faltábamos nosotros", comenta MacIver sobre la insistencia de fanáticos en foros y paneles rockeros realizados en Valparaíso durante la última década para que estos vecinos ilustres de la ciudad se decidieran a componer y volvieran al ruedo de una buena vez. "Yo he participado en mucha charlas de rock chileno, esas que acá organizan las Escuelas de Rock, y de a poco fui confirmando cómo los cabros más jóvenes se interesaban por Los Mac's. La cosa es que en algún momento nos pusimos a trabajar en lo que iba a ser una recopilación de nuestra historia, pero fueron apareciendo ideas muy buenas en los ensayos, así es que nos decidimos por un disco entero de canciones nuevas".

Nada de intimidados con el uso de la nueva tecnología y llenos de contactos con jóvenes que estaban dispuestos a quebrarse un brazo por grabar con estos viejos legendarios, Los Mac's reclutaron a tres músicos de acompañamiento y se encerraron en los estudios La Casa de Ladrillo, de Villa Alemana, para registrar este puñado de nuevas creaciones. Demoraron cerca de cuatro meses en parir un repertorio que, en largos pasajes, remite al espíritu sicodélico de los viejos buenos tiempos: "Discos como Kaleidoscope men respondían a experiencias concretas con el uso de drogas lisérgicas", confiesa MacIver, "pero ahora, más que el viaje, nos quedaba la voluntad. El deseo de hacer música que estuviera a la altura de lo que nosotros creíamos que todavía podíamos hacer. Lo mejor es que la creatividad no se fue y que pudimos hacer un álbum que, según como lo vemos nosotros, desafía la tendencia del rock actual, que es más bien plana y poco experimental".

Del pop al swing

Las virtudes del autoproducido El tiempo es lo de menos (trabajo que fue presentado a la prensa en noviembre pasado en La Piedra Feliz, del puerto) están a la vista. La llamada y Fábula tienen mucho de esa ingenuidad hippie, pero alterada con coros, cambios de tiempo y ausencias de baterías, buscando climas de la vieja escuela sicodélica.

El contrato es una suerte de "apuesta pop", declaran sus creadores, Fiebre de rock habla del encuentro entre rockeros de dos generaciones y Almost all the time es un ejercicio de swing, cantado en inglés, y con ambiciones de banda sonora de película en blanco y negro.

Presentaciones

"Teníamos ganas de pegar un último aletazo", dice MacIver, "aunque para serte franco no estoy seguro que esto sea lo último que hacemos".

Por lo pronto, esta inesperada versión 2011 de Los Mac's anota más presentaciones para marzo próximo (en Chillán, Concepción y Valdivia, bajo el amparo de las Escuelas de Rock) y por estos días aplana calles en busca de promoción para este nuevo disco, faena que se les ha declarado con algo de ingratitud. "Hemos ubicado el disco en algunos lados, pero no ha sido fácil. Sin embargo, estamos convencidos de que lo importante fue volver. Los que están atentos, se darán cuenta".

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